La Voz de Galicia
Navegar es necesario, vivir no es necesario (Pompeyo)
Seleccionar página

¿Yo?

 

Como andamos con la interminable resaca de enero y su empinada cuesta, le echo cara y le robo una idea al amigo César Casal, que para eso están los amigos, para dejarse mangar cosas de vez en cuando. Bueno, pues César ya contó con maestría en Tu nombre cómo se encontró en Internet con los otros C.C. que andan por ahí deambulando.

Así que, sin mayores tapujos, me arranco y practico ese ejercicio, un tanto onanista, que consiste en teclear en la búsqueda de Google las letras que forman tu propio nombre: «Luis Pousa». Y resulta que aparecen, además del menda lerenda y algún otro periodista homónimo (pero no  homólogo), un músico argentino que lidera el grupo Manosanta; un actor francés que ha participado en una película titulada Pourvu que ça dure; y hasta un Luis Pousa de Venezuela que también pulula por Facebook. En el … Seguir leyendo

Aquiles

Esa mañana Aquiles tenía resaca. La noche anterior se había pasado con los martinis en el bar del hotel, donde servían ese cóctel en su punto perfecto de ginebra, exactamente en la proporción exigida, ni un mililitro de más. Se dejó estar veinte minutos bajo el chorro de la ducha helada, se vistió sin demasiadas contemplaciones y bajó a la puerta del Arts, donde lo aguardaba la habitual nube de fotógrafos que luego siguió sus pasos hasta el estadio olímpico de Montjuïc.

La tortuga, sin embargo, llegó fresca y despejada a la cita. Aquiles, todavía envalentonado por los martinis de la víspera, decidió conceder al galápago otros cincuenta metros adicionales a los cien de ventaja previstos por la organización de aquella final de los 400 lisos.

Cuando los espectadores, entusiasmados por el gesto del bravucón Aquiles, se pusieron en pie para jalear con euforia al gran atleta, el héroe se … Seguir leyendo

El nueve

Hemos empezado un año con muy mala pinta, al que ya difícilmente daremos una oportunidad de salvar su reputación. Cabe consolarse, no obstante, recordando que no todo el mundo maneja el calendario gregoriano, así que nuestro 2009 es el 1430 del islam y el 5769 de los hebreos. ¿Mejoran estas cifras las apuestas a la baja de los supersticiosos? No creo, porque, a fin de cuentas, la tabla de equivalencias no es más que una triquiñuela y el año es el mismo, con la misma jeta chunga, llámese 1430, 2009 o 5769. Además, como dirían los ludópatas, la terminación es la misma, en nueve, en las tablas cristiana y judía. Y el nueve, pese a ser un cuadrado perfecto, no goza de buena fama entre los devotos de la lotería y los azares, que prefieren los números primos. En este caso todo apunta a que los primos seremos nosotros.… Seguir leyendo

El lugar de los hechos

merrionsquare.jpg 

Dicen que cuando somos jóvenes amamos los suburbios y lo sórdido y que, a medida que envejecemos, buscamos el centro de las ciudades y los escenarios luminosos. Es como si una brújula secreta nos llevase a rastrear las huellas de esa luz que vamos perdiendo. Volvemos entonces a los lugares de los hechos, esas calles, esquinas y paisajes que son lo que hemos sido, como esa ventana que en el jardín de San Carlos se abre sobre A Coruña; o la escalinata que en Lugo baja de la plaza Mayor a la catedral y en la que se lee una placa con algo de Luis Pimentel, el poeta que supo ver la sombra del aire en la hierba, otro enorme poeta de las cosas minúsculas; o la Luna como una inmensa epifanía sobre las nieves de los montes Bitterroot en Montana; o la piedra de oro de la Quintana dos … Seguir leyendo

Vivir de prestado

Todos vivimos de prestado. Ya lo sé. Cada minuto es un regalo. Desde que asomamos el cabezón bajo la luz submarina del paritorio empieza la cuenta atrás. Pero hay algunos que, además, por un golpe de azar tenemos la ocasión de poner otra vez el taxímetro a cero y volver a empezar el juego. Nos dejan entrar de nuevo en la partida e incluso estrenar la baraja. Y somos, quizás, los más conscientes de que hay que agradecer cada segundo que pasamos en este mundo hostil, sí, pero endemoniadamente entrañable y hermoso.

Hace hoy tres años estaba tumbado en un quirófano con el pecho abierto para que me reparasen el corazón. Desde ese 26 de octubre del 2005 vivo doblemente de prestado. Y puedo, por ejemplo, volver a escuchar esta impagable canción de Tom Waits que os dejo aquí para celebrar, a nuestra manera, que sigo en la brecha.… Seguir leyendo