La Voz de Galicia
Navegar es necesario, vivir no es necesario (Pompeyo)
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Cuestión de chicha

Anda revuelto el patio de la prensa. A la crisis planetaria (esa en la que algunos ven los mismos brotes verdes que tal vez se hayan fumado previamente) se suman en los medios de comunicación el desplome de los ingresos por publicidad y la fuga de lectores desde el papel (o sea, apoquinando) a las pantallas (por el morro). Es complicado que alguien con menos de 25 tacos pague 1,10 euros por este artilugio llamado diario, porque la chavalada se lo papa gratis total en el ordenador, la PDA o el móvil y, además, actualizado en tiempo real, con vídeos, sonido, comentarios y toda la artillería multimedia.

Umberto Eco, que tiene más de integrado que de apocalíptico, ha pasado por Madrid para sentenciar: «Hegel dijo que la lectura de los diarios por la mañana eran el rezo matutino del hombre moderno, pero no sé si mi nieto querrá rezar de … Seguir leyendo

Escribir

«Escribir: tratar de retener algo meticulosamente, de conseguir que algo sobreviva: arrancar unas migajas precisas al vacío que se excava continuamente, dejar en alguna parte un surco, un rastro, una marca o algunos signos».
George Perec

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Cachas en el patio

Ni Nanny, ni Supernanny. En el Reino Unido no se andan con chiquitas. Para controlar a los alumnos más revoltosos, nada mejor que plantar en el patio del cole un par de soldados o de matones. Con solo asomar un poco de tatuaje o de músculo bajo la camiseta ceñida, los chavales agachan la oreja y obedecen como corderitos en el redil. Vamos, que hasta se zampan sin rechistar el bocata de mortadela. A esta generación de pequeños respondones y mimados hay que meterla en cintura, se han dicho al otro lado del Canal de la Mancha. Por eso, un avispado director de instituto de las Midlands, probablemente con las neuronas algo alteradas tras ver el papelón de Schwarzenegger en Poli de guardería, ha abierto la veda al contratar a dos porteros de discoteca para cubrir las bajas de los maestros. El responsable de la medida matiza que no … Seguir leyendo

Leer es peligroso

Si ya lo decían ciertos inquisidores: leer demasiado puede resultar peligroso, porque te hace dudar de las escasas certidumbres que llevamos en los bolsillos de la vida. El tenista serbio Janko Tipsarevic remata la bola: la lectura compulsiva le ha llevado a plantearse los cimientos de la vida y del tenis, por eso ha reducido su dieta de letra impresa, para no tener que formularse inquietantes preguntas cada vez que sube a un avión rumbo a un torneo de élite. No hay que olvidar que Tipsarevic lleva tatuada sobre su piel la legendaria frase de Dostoievski: «La belleza salvará al mundo». Tampoco hay que olvidar que esa sentencia aparece en una novela titulada El idiota. Y es que no se puede leer tanto y salir indemne del proceso. Eso ya lo auguró Cervantes, el escritor de cabecera de Dostoievski. Y Tipsarevic, un tipo con agallas y nada pretencioso, … Seguir leyendo

Hikikomoris

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Ya que andamos con V-M y su Dietario voluble, vamos a adentrarnos en el debate que propone este libro sobre los hikikomoris, esos jóvenes japoneses que renuncian a salir de su cuarto y se montan una vida paralela en el interior de la habitación, pertrechados, eso sí, con todo tipo de artilugios electrónicos. Hikikomori en japonés parece ser que significa aislamiento, que es lo que buscan estos adolescentes abrumados por ese Japón abrumador en el que habitan. Como Japón lo tiene todo, el rapaz se achica y se queda en los toriles, digo, en su cuarto.

Internet, claro, es el paraíso del hikikomori, porque brinda al introvertido chaval una ocasión única de asomarse al mundo, pero sin mancharse demasiado, limitándose a observarlo atrincherado en sus seudónimos desde la pantalla de un ordenador (portátil, claro, que el otro no cabe en la cama). El  hikikomori creo que nos mira a … Seguir leyendo