La Voz de Galicia
Navegar es necesario, vivir no es necesario (Pompeyo)
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La rebelión de los ricos

Es una estampa clásica. Una barricada. Contenedores en llamas. Un encapuchado intercambia golpes con un policía. Uno de ellos representa los intereses de las élites económicas y sociales; y el otro, en cambio, lucha como buenamente puede por los derechos de la clase trabajadora. Si la fotografía es en blanco y negro y está fechada, pongamos por caso, en los últimos años del franquismo, está claro el reparto de papeles: el obrero reclama justicia y democracia y el gris empuña su porra para defender la continuidad de la dictadura.

Pero si la imagen, es un suponer, la toma Albert Gea la madrugada del 16 de octubre del 2017 en el paseo de Gracia, tenemos que enfocar muy bien para discernir. Los Mossos d’Esquadra cargan contra un grupo de jóvenes airados y embozados que arrojan vallas, bengalas, piedras y botellas contra los policías en señal de protesta por la … Seguir leyendo

Dutton Peabody

En esa leyenda del cine titulada El hombre que mató a Liberty ValanceJohn Ford traza una de las estampas más certeras y sutiles sobre la inevitable colisión entre los malhechores y los incómodos periodistas, empeñados siempre, como sostenía Finley Peter Dunne, en confortar al afligido y afligir al confortado.

Cuando Dutton Peabody, fundador, editor, director y redactor del Shinbone Star, publica una contundente portada (errata incluida) en la que anuncia a cinco columnas la derrota final de Liberty Valance, ya sospechamos que no va a ser precisamente el alcohol el que vapulee su tambaleante existencia. El reportero regresa a su despacho, después de la obligatoria parada para hidratarse en el saloon, y el quinqué revela que no está solo en la redacción del Shinbone Star. Le esperan entre las sombras Valance, con el titular en una mano, el látigo de empuñadura de … Seguir leyendo

Suzanne

Circula por ahí un antiguo vídeo en el que vemos a Leonard Cohen cantando uno de sus tesoros: Suzanne. Además de la gloriosa interpretación del tema, lo maravilloso de este corte de un concierto es la breve introducción que hace Cohen. Quien haya escuchado su memorable discurso —once minutos, sin papeles— en octubre del 2011 al recoger el Premio Príncipe de Asturias ya sabe de qué hablo. Entonces expresó su infinita gratitud a España por su guitarra Conde, por la poesía de Lorca —que le ayudó a encontrar su propia voz— y por el profesor español que le enseñó los seis acordes en los que se basa toda su música. Qué clase. Qué oratoria.

Por eso es mejor callarse y escuchar al canadiense —que nos dejó demasiado pronto (2016) y demasiado solos— contar las peripecias que rodean a Suzanne:

—Es una canción que escribí hace mucho tiempo. Le … Seguir leyendo

Las persianas

Tal vez con los años el relato ha ido creciendo y adornándose hasta alcanzar la belleza de la épica. Lo cuenta George Steiner. Sucedió cuando el futuro escritor tenía apenas seis años y la familia ya se había instalado en París huyendo de Viena y del avance de las pisadas y cristales rotos del nazismo. Pero en 1935 el nazismo no estaba ni mucho menos recluido en Austria y Alemania, así que también persiguió a los Steiner hasta el centro de París. Aquella tarde, el pequeño Steiner volvía con su niñera del liceo por la calle de la Pompe y se cruzó con un grupo de fascistas que caminaban detrás del coronel La Rocque gritando «¡Muerte a los judíos!». Cuando al fin llegaron a casa, su madre, asustada por el tumulto, ordenó que bajasen las persianas para no soportar aquellos gritos inmundos. Pero entonces, recuerda Steiner, apareció su … Seguir leyendo

Lamebotas

El escritor habanero Guillermo Cabrera Infante (Foto: Letras Libres)

Me lo contó en una entrevista Guillermo Cabrera Infante. En la literatura sólo hay dos modelos posibles de escritor: el disidente y el complaciente con el poder. No hay término medio. Cabrera Infante recordaba dos ejemplos paradigmáticos: el de Catulo, que se dedicó a escribir poemas realmente denigrantes contra nada menos que Julio César y su jefe de ingenieros y tesorero, Marco Vitrubio Mamurra (al que tenía una especial tirria por su afición a saquear países ajenos); y el de Virgilio, amigo de Augusto, para quien compuso la Eneida, en honor de su recién creado Imperio.

“¡Qué bien se llevan esos dos maricas!, / el César y el muy puta de Mamurra”, se puede leer en un fragmento del poema LVII, que Catulo dedica con saña a los presuntos amores homosexuales de Julio César y Mamurra. … Seguir leyendo