La Voz de Galicia
Navegar es necesario, vivir no es necesario (Pompeyo)
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Fiestuquis

Antes cada fiesta tenía su aquel. Ahora todas se reducen a quedar aquelado, o incluso aqueloutrado, a toda pastilla. Es la globalización, que no tiene nada que ver con el artilugio de papel que los sabios betanceiros ponen en los cielos por San Roque, sino con la clonación. Ocurre con la oveja Dolly, sí, pero también con las romerías agosteñas, que antes se dividían en jolgorios campestres, fluviales o marítimos, y ahora son todas el mismo botellón urbano teletransportado al rural con sus bolsas del súper y su tintorro de cartón. Y vaya por delante que ya sé que antes en las verbenas se bebían los caldos incluso con la uva a medio pisar. Lo único es que resulta un poco penoso que aquella biodiversidad festeira, con su sacar brillo a la hebilla en los agarrados, haya sido triturada por la fotocopia del cutre cachondeo de tirarse vino por la … Seguir leyendo

De ligoteo

Agosto no solo pega lumbre a los eucaliptos. También incendia la sangre de la chavalada, que busca cualquier rincón a media tiniebla para darse un magreo espontáneo, en fin, lo que se conoce como aquí te pillo aquí te mato. Con las hormonas en la freidora, el macho común, que habitualmente ya viene salido de casa, en la discoteca del pueblo se pone no como una moto, sino como todas las escuderías de GP al ralentí. Luego el nota acaba pasado de copas y noqueado por las negativas de las churris, que toda la noche le cantan al pasmón aquella de Deluxe, que no, que no, que no, hasta que, a las cinco de la mañana, se arrima a una tía que, a tientas, tiene el muslamen a medio depilar, pero por lo menos sonríe mucho. Lo malo es que al despertar descubre que la princesa que se había ligado … Seguir leyendo

El deporte nacional

Aquí somos campeones de todo y, sin embargo, el auténtico deporte nacional no es el fútbol, ni el tute cabrón, ni siquiera eso que se practica sentado (Fórmula 1 creo que se llama) y que se parece más al onanismo de la videoconsola que a meterse 10.000 metros lisos entre pecho y espalda. El deporte autóctono fetén, con más federados que la lista del Inem, es apuñalar al compañero de curro, un ejercicio que se cultiva hasta en vacaciones. Hay adictos a esta gimnasia laboral que quedan a mediados de agosto con sus compinches de oficina para hacer un traje a ese colega que siempre incordia, quien, a su vez, está 500 metros más allá amargando la tarde de terraza a su santa con las faenas perpetradas por el enchufado del departamento. Si dedicásemos a trabajar solo la mitad de tiempo y energía que gastamos en masacrar al … Seguir leyendo

El verano trae cola

La cola -a pie, en bici o patinete- es otro saludable pasatiempo del veraneante, que acude cada agosto al mismo atolladero, digo, municipio, inflado de 50.000 a 300.000 inquilinos sin mayores aspavientos. Con la superpoblación llega la cola para todo. Hay que levantarse a las seis de la mañana y ponerse en la fila para pillar sitio en la playa, que los legales reservan estirando un par de toallas sobre la arena y los pilluelos dejando al abuelito amarrado a una tumbona para que defienda la parcela, total, duerme como un bendito, le bajamos el volumen del sonotone y listo. Con nuestro palmo de playa en el peto ya podemos emprender a gusto la ronda de colas: la del pan, la del meódromo del chiringuito y la del tren chuchú de los críos, que ya le gustaría al AVE tener semejante demanda. Al final hay que hacer cola hasta para … Seguir leyendo

Navegantes

Antes de que se inventara el GPS, ese cacharrito que nos sopla hacia dónde girar en las rotondas, la gran polémica del verano no eran las escaramuzas dadaístas entre PP y PSOE, ni siquiera el pique entre la Panorama y la París de Noia. El gran pollo era el que se montaba en la endemoniada glorieta cuando el matrimonio de turistas, sin pajolera idea del rumbo hacia el hostal, echaba el freno y la señora, siempre más avispada, apuntaba que lo sensato sería preguntar a un nativo, mientras que el obtuso piloto, cosa de los cromosomas XY, ni de coña aceptaba bajar a la acera con el mapita en la mano. Ahora eso lo resuelve el artilugio, lo único es que veces se vuelve majareta y, como somos unos cutres que te cagas y jamás lo actualizamos, el chisme flipa al ver una autovía sobre los grelos de su base … Seguir leyendo