La Voz de Galicia
Navegar es necesario, vivir no es necesario (Pompeyo)
Seleccionar página

Un lujo

No me gusta el autobombo, que me parece algo esencialmente hortera, pero hoy tengo que caer sin remedio en la autocita, aunque sólo sea para agradecer que el escritor Enrique Vila-Matas haya incluido estos Farrapos de Gaita en la lista de blogs favoritos que enlaza en su página web, blogroll que presenta con este texto:

«Ahora parece que sea anómalo que me rodee por Internet y lea blogs. Pero yo creo que, conociéndome, es algo normal que suceda. Que a los solemnes escritores españoles famosos se les caigan los anillos por leer blogs no significa que yo no lo haga, no significa que no pueda bajar a la arena de internet y perder anillos que, a fin de cuentas, recupero pronto. Leo blogs literarios como leo periódicos y libros. No le cierro puertas a ninguna lectura ni información. Y sí, me divierte y me instruye y me interesa ver qué … Seguir leyendo

El lugar de los hechos

merrionsquare.jpg 

Dicen que cuando somos jóvenes amamos los suburbios y lo sórdido y que, a medida que envejecemos, buscamos el centro de las ciudades y los escenarios luminosos. Es como si una brújula secreta nos llevase a rastrear las huellas de esa luz que vamos perdiendo. Volvemos entonces a los lugares de los hechos, esas calles, esquinas y paisajes que son lo que hemos sido, como esa ventana que en el jardín de San Carlos se abre sobre A Coruña; o la escalinata que en Lugo baja de la plaza Mayor a la catedral y en la que se lee una placa con algo de Luis Pimentel, el poeta que supo ver la sombra del aire en la hierba, otro enorme poeta de las cosas minúsculas; o la Luna como una inmensa epifanía sobre las nieves de los montes Bitterroot en Montana; o la piedra de oro de la Quintana dos … Seguir leyendo

A vueltas con Herzog

bellow.jpg

Como en esto del periodismo hay que ser polivalentes (antes se decía todoterreno, pero ahora hay tantos todoterrenos por las calles de la ciudad que la palabra aquí ya sólo se usa para nombrar a esos vehículos bravucones), en un mismo día puedes pasar de bucear entre las cartas que envían los lectores a escribir una reseña para el suplemento de cultura o a llamar a aquel amigo de toda la vida para pedirle, por favor, que escriba en media hora un artículo de opinión sobre un oscuro episodio de la política internacional. Así que, entre una cosa y otra, para cumplir con una de mis funciones más agradables, que es escribir críticas literarias en el Culturas, estos días me tocó releer Herzog, la gran novela de Saul Bellow, que acaba de reeditar en español el sello Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores. Así que tuve la ocasión de … Seguir leyendo

Vila-Matas

El asiduo de Farrapos de Gaita sabe que uno de mis monstruos literarios de cabecera es Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948), que junto a un puñado de autores ha abierto en las letras españolas senderos que van más allá del hiperrealismo atosigante al que nos tenía acostumbrados cierta prosa autóctona. Una de las agradables sorpresas de su última obra, Dietario voluble, en el que recoge los escritos de sus cuadernos personales, ha sido descubrir que V-M es un lector habitual de las bitácoras literarias, algunas de las cuales cita en su diario. Me he tropezado también (otra agradable sorpresa) con su página web, en la que el literato aporta una espléndida explicación de por qué a él le gustan los blogs (de los que huyen otros de sus estirados colegas).… Seguir leyendo

Un poeta en Wall Street

lorca.jpg 

Durante su célebre estancia en Estados Unidos (de junio de 1929 a marzo de 1930), de la que nacería ese tesoro absoluto titulado Poeta en Nueva York, Federico García Lorca tuvo la oportunidad de vivir en primera línea de fuego el fatídico crack de Wall Street (del que, por cierto, se cumplen este mes 59 años). El escritor nos dejó un espléndido testimonio de aquel batacazo financiero en una de las cartas que regularmente enviaba desde América a su familia, y que recogió en una mimada edición Christopher Maurer para el número 23-24 de la desaparecida revista Poesía (diciembre de 1985).

Por su sorprendente conexión con la actualidad (la poesía tiene esas paradojas), reproduzco aquí parte del texto, fechado en la primera semana de noviembre de 1929, en el que Lorca, con su agudeza habitual, nos cuenta cómo asistió a pie de calle al desplome de la economía mundial:… Seguir leyendo