La Voz de Galicia
Navegar es necesario, vivir no es necesario (Pompeyo)
Seleccionar página

Saludos de Antón Castro

Antón Castro me envía desde su blog un fraternal abrazo que reproduzco aquí, en primer lugar para agradecérselo, y, en segundo lugar, para compartirlo, en la medida de lo posible, con esa Galicia a la que sabemos que Antón, desde su amado exilio zaragozano, todavía quiere con locura:
«He amado Galicia durante años con una fuerza creciente, con esa enfermedad del alma emparentada con la saudade y la sensación de pérdida. En los últimos tiempos, no sé muy bien la razón, Galicia ha pasado a ocupar otro lugar en mi vida: me interesa, la quiero pero no me obsesiona. A veces me pregunto si tendrá algo que  ver con un resentimiento que no cifro a precisar, o con el hecho de haber dejado de escribir en gallego, o con el vacío tan inmenso que me ha dejado la muerte de mi padre.
Por eso, cuando he recibido la nota de … Seguir leyendo

El fin de una época

Por dos hermosos obituarios (A Natalia Jiménez de Cossío, in memóriam y La juventud eterna) me entero del reciente fallecimiento de Natalia Jiménez de Cossío, hija de Alberto Jiménez Fraud (director de la legendaria Residencia de Estudiantes madrileña) y Natalia Cossío. Natalia Jiménez de Cossío, que se casó con el inglés John Stucley, tenía una gran vinculación con Galicia, ya que su madre, Natalia Cossío, vino al mundo en la Quinta de San Victorio de San Fiz de Vixoi (Bergondo, A Coruña), residencia de Manuel Bartolomé Cossío y Carmen López Cortón Viqueira. A esa quinta de sus abuelos maternos acudía con frecuencia Natalia Jiménez de Cossío, que decidió trasladar desde la casa familiar parte de sus valiosas colecciones (de encajes, abanicos y otros ornamentos) al Museo das Mariñas de Betanzos, donde todavía hoy se pueden contemplar.

Natalia tuvo la fortuna de vivir, cuando … Seguir leyendo

Un taxi a Suiza

Hace unos años en un periódico local de cuyo nombre no logro (bueno, no quiero) acordarme se anunció, a cuatro columnas, la partida de un puerto gallego de un imponente trasatlántico que viajaba con rumbo a Suiza (sic). No, no voy a dar nombres, ni cabeceras, pero aseguro que no es una leyenda urbana.

La historia que hoy nos cuenta Santi Garrido en La Voz no es tan asombrosa (entre otras razones porque en este caso la noticia es cierta), pero casi: un viaje en taxi de Galicia a Suiza.… Seguir leyendo

Dos recomendaciones

No hay que perderse el cuento de Eduardo Galeano que hoy nos trae a las páginas de La Voz el amigo Rubén Ventureira.

Y, aunque me había prometido no entrar al trapo de esta historia, no puedo evitarlo. Al sesudo George Steiner le recomiendo que, además de darse un paseo por las páginas de Álvaro Cunqueiro, Ánxel Fole y Rafael Dieste (por citar sólo a tres de los grandes de la literatura gallega), se asome a un volumen de Camilo José Cela (premio Nobel de Literatura en 1989, ¿te suena, George?): Historias familiares, colección de textos publicados por el prosista entre 1971 y 1975 y escritos en esa deliciosa mezcla de gallego y español que hemos bautizado por aquí como castrapo. Creo que un recorrido por estas espléndidas historias celianas hará cambiar a Steiner su estrecha visión sobre un idioma y una cultura que, obviamente, desconoce.… Seguir leyendo

Dos interrogantes

Algunos lectores me han interrogado últimamente sobre dos detalles de la cabecera del blog. En primer lugar, los internautas de más allá del Padornelo se preguntan qué demonios es eso de farrapos de gaita. En efecto, es una expresión estrictamente gallega y de difícil traducción, pero vamos a intentarlo. Literalmente un farrapo es un harapo, un trozo de tela muy gastado, vaya. De ahí, que a esos flecos que cuelgan del roncón de la gaita (el tubo largo, para entendernos), y que suelen andar algo sobados, les caiga el título de farrapos de gaita. Pero siempre hay vida más allá de lo literal, así que la expresión ha cobrado vida propia. El Diccionario de la Real Academia Galega lo explica así (la traducción es del menda): «Farrapo de gaita. Se emplea en construcciones negativas para mostrar el poco aprecio que se le da a algo o a alguien, … Seguir leyendo