El Día Gloricioso, cuando al fin tiene que resolverse la disputa entre la Reina Blanca y la Reina Roja,Alicia empuña la espada Vorpalina y se presenta al mundo:
-Me llamo Alicia, vivo en Londres.
Alicia tiene que enfrentarse, como paladín de la Reina Blanca, al monstruoso Galimatazo, un temible dragón del Submundo que lucha en nombre de la malvada Reina Roja. Aterrorizada, le dice al Sombrerero Loco que es imposible. «Sólo si crees que lo es», responde el Sombrerero, tal vez el más cuerdo de todos. A lo que Alicia replica:
-Muchas veces soy capaz de pensar seis cosas imposibles antes de desayunar.
Comienza el combate y, mientras pelea con el Galimatazo, Alicia enumera sus seis imposibles: «La poción que te hace encoger, la tarta que te hace crecer, los animales hablan, … Seguir leyendo
Cuentan que Donald Trump, antiguo promotor inmobiliario y hoy presidente de los Estados Unidos, quiere comprar Groenlandia a los daneses. Cuando pienso en las pequeñas manos (porque son muy pequeñas) del 45.º comandante en jefe de Washington sobre esa enorme isla helada, se me viene a la cabeza lo que escribió Henry David Thoreau en Un paseo invernal:
«Quienes han vivido en Groenlandia cuentan que, cuando hiela, el mar humea como si se quemasen matojos, y se levanta una bruma, muy perniciosa para la salud, que llaman ‘humo helado‘ y que corta la cara y las manos hasta producir ampollas».
Es la mejor definición que he leído de Donald Trump. Así pasará a la historia. Como puro humo helado.… Seguir leyendo
Hace cinco años, el pintor Pablo Gallo (A Coruña, 1975) decidió crear un libro en el que 131 escritores vivos invocasen a sus escritores muertos de cabecera. Cada autor vivo elegiría una cita de su autor muerto y Gallo confrontaría sus miradas con una ilustración sobre el texto evocado. La primera persona a la que invitó a colaborar fue Enrique Vila-Matas. La última, Victoria Cirlot, la hija del poeta Juan Eduardo Cirlot, cuyo Diccionario de símbolos está en la raíz misma de esta obra. Así nació el Libro de las invocaciones (Reino de Cordelia):
—Durante los cinco años que he tardado en concluirlo, he imaginado este libro de muy diferentes maneras. Según el entusiasmo o la desesperación que sentía al avanzar o retroceder en su construcción lo he imaginado como un bosque, como un laberinto, como un infierno. Pero, una vez terminado, he vuelto a … Seguir leyendo
Recordamos El hombre que cayó en la Tierra en primer lugar por la película que protagonizó en 1976 David Bowie, enfundándose en la piel de un extraterrestre llegado del espacio exterior para salvar su planeta y, de paso, salvar a la humanidad de sí misma. Pero El hombre que cayó en la Tierra es, sobre todo, la inmensa novela publicada por Walter Tevis en 1963, que ahora reedita en español Contra. Fallecido en 1984, Tevis no pudo comprobar cuánto de anticipación había en el año 1988 que dibujaba en esta extraordinaria narración. Pero lo que sin duda logró con su novela fue destrozar los tópicos y prejuicios que pesaban sobre un género que, a fin de cuentas, es lo de menos en un texto que habla de lo que hablan los grandes clásicos: la irremediable soledad del ser humano, aunque sea a través de los ojos de un … Seguir leyendo
A Rafael Reig hay que leerlo porque para escribir sobre el ascenso de Francesco Petrarca, el 26 de abril de 1336, al Mont Ventoux primero se da un rodeo —un maravilloso rodeo: qué sería de la vida sin rodeos— por el capítulo 31 de Huckleberry Finn, cuando Huck asume su propio destino y que está dispuesto a ir al infierno con su amigo Tom Sawyer, y por la etapa del Tour de Francia que en julio de 1967 terminó en ese Mont Ventoux. Aquel día murió sobre la bicicleta el gregario Tom Simpson, después de meterse media botella de coñac Rémy Martin y dos tubos de anfetaminas como combustible para subir al puerto. ¿Por qué Huck Finn? ¿Por qué el Tour? Porque ese día de 1336, sostiene Rafael Reig en Señales de humo, murió de forma anticipada la Edad Media y surgió el Renacimiento con la creación de la figura … Seguir leyendo