La Voz de Galicia
Navegar es necesario, vivir no es necesario (Pompeyo)
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Hasta la última gota

En Padornelo, que es el Macondo de
donde viene mi familia paterna, de la rama de
mi abuelo Aquilino, había épocas en que había
siete vecinos y dos bares. En verano, los que nos
apuntábamos a leer a Proust al fresco del lago de
Sanabria multiplicábamos la población y, para
compensar, hacíamos una ronda perpetua entre
los dos bares. Luego, llegó la ansiada autovía y
el bar de carretera perdió su razón de ser. Y en
invierno, en Padornelo, ya solo quedaba mi tía
abuela Patro, la última mohicana.
Padornelo no pertenece a la Galicia legal,
sino a la Galicia sentimental. Está del lado de
allá del túnel, o sea, es Zamora. Pero se habla
gallego, un gallego en el que la gente no va
al bar, sino que va al bare. Me acordé de
Padornelo y de sus dos bares de aquellos veranos
leyendo el último libro de Juan … Seguir leyendo

Besos a la luz de la lona

Ningún deporte —ni siquiera el
fútbol— ha generado tanta literatura como el
boxeo. Su leyenda negra, su atmósfera maldita
y nocturna y, a fin de cuentas, el combate como
representación de la lucha del púgil contra sí
mismo (o contra su propia sombra) han nutrido
durante décadas algunos de los mejores relatos
de las letras contemporáneas. Con este punto de
partida ha nacido Besos a la luz de la lona, una
antología de historias de boxeo recopilada y editada
por Enrique Turpin para el sello Demipage.
La colección se ha ordenado por combates y
pesos en función de la masa corporal de cada
cuento, desde los pesos pesados Onetti versus
Piglia hasta el peso paja Eduardo Berti versus
Ignacio Aldecoa. Se quedaron fuera de la
velada —según confiesa el propio editor
en la introducción— nada menos que escritores
como Julio Cortázar (que sabía que
en las novelas se gana a … Seguir leyendo

Viaje al final de América

American Smoke. Viajes al final de la
luz es un libro sin género. ¿Diario? ¿Ensayo? ¿Autobiografía?
¿Crónica de viajes? ¿Memorias? Es uno
de esos volúmenes que incomodan a los libreros
de los grandes almacenes, porque no encaja en
ninguno de los carteles existentes para catalogar
las novedades. Lo más probable es que American
Smoke (Alpha Decay), como todos los libros
sin género o transgenéricos, acabe en el anaquel
dedicado a poesía, que es donde se arrinconan los
títulos inclasificables o sospechosos.
El británico Iain Sinclair (1943) abandona en este
texto su territorio londinense —«las mutaciones
del inmutable Londres »— para vagabundear
por Norteamérica en busca de las huellas
de escritores como Jack Kerouac, Allen
Ginsberg, William Burroughs, Malcolm
Lowry o Charles Olson.
El recorrido tiene mucho de proceso de
desmitificación, de revisión y demolición
de iconos. Lo admite el propio autor al visitar
el enésimo santuario beat:
—Los lugares míticos … Seguir leyendo

La ciencia ficción también se fabrica en China

A menudo la ciencia ficción es la mejor
forma de aproximarse a la realidad. No por nada,
sino porque en ocasiones es la realidad misma la
que juega a ser extraterrestre. Y cuando la realidad
que nos rodea se pone alienígena, lo mejor es abrir
un libro de Hard Sci-Fi —sí, en este emblemático
género también hay una variante hard— y dejarse
llevar a uno de esos universos paralelos donde la
vida es al menos diferente.
Por eso hay que felicitarse de que Ediciones B
recupere para el lector en español la obra del chino
Cixin Liu, auténtico maestro de la especialidad de
quien publica El problema de los tres cuerpos, primera
entrega de una trilogía que B —a través de
su sello Nova— editará en España durante los
próximos meses. Saturados como
estamos a estas alturas de la rentrée literaria
de textos convencionales y caminos trillados,
resulta más que … Seguir leyendo

Tocar los libros

Jesús Marchamalo escribió en el 2004
un libro de amor a los libros, a las bibliotecas, a
los autores, a los lectores, y lo tituló Tocar los
libros. Desde entonces lo ha publicado tres veces
en tres editoriales distintas. Y, como los enfermos
devoradores de páginas no paraban de reclamar
su reedición, el sello Fórcola ha vuelto a ponerlo
en circulación. Así que hay que regresar a Marchamalo
para redescubrir, con Borges, que somos
lo que leemos. Para ver cómo los volúmenes
van invadiendo cada rincón de la casa, hasta el
punto de que lectores ávidos como Sergio Pitol
van ampliando sus estancias a medida que las
novelas van ganando espacio. O hasta ponerse
drásticos, como Dámaso Alonso, que decía que
a cierta altura de su vida su única ocupación
era plantarse por la mañana en la puerta
de su domicilio «para impedir que entre en
esta casa un solo … Seguir leyendo