Segundas partes (sí) fueron buenas
Santiago de Compostela. Y del cóctel del Hostal de los Reyes Católicos a la comida de ayer en «O Dezaseis», el restaurante oficioso del nacionalismo gallego que se precie. Allí manduqué con los representantes de casi todas las oficinas españolas de turismo repartidas por el mundo y algún autóctono de la Xunta y similares. Borja Bedoya, el representante de la de Irlanda, había cambiado el impoluto traje del día anterior por una ropa absolutamente informal hasta el punto de que no lo reconocí al momento. Takako Shige, 37 años, japonesa, alta como ella sola y elegante arrastraba miradas, furtivas o no, cuando se levantaba. El representante de la oficina en Bélgica, un tipo muy agradable que lleva dos décadas en el país europeo y que afirma que Bruselas no es una ciudad aburrida si conoces los garitos que conoce él, hizo multitud de viajes al exterior aparentemente para … Seguir leyendo