La Voz de Galicia
Escritos de Galicia y resto del planeta
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Polígono de Sabón (Arteixo). Salta Olalla de su asiento con su móvil pegado a la oreja izquierda y César va detrás de ella a toda prisa. Y ambos, ¡horror!, se dirigen hacia mí. Me temo lo peor: han tenido una brillante idea y eso significa todavía más trabajo. Pero no. Resulta que Conchi («¿Quién es Conchi?». «Una amiga». «¡Ah!») está perdida por el monte adelante, y se supone que el firmante conoce todos los montes de Galicia como la palma de la mano. Ligero error que me dispongo a aclarar cuando me veo con el móvil en mi oreja (también izquierda) y a la mujer tranquila pero hablando con cierta rapidez y diciéndome que no sabe cómo llegar a las piscinas del río de As Pedras, en A Pobra do Caramiñal. Quedo como un campeón porque por una de esas casualidades de la vida identifico sin problemas el lugar donde tiene en esos momentos los pies y logro orientarla. Claro que no conozco de nada a la ciudadana en cuestión e ignoro si es de las que se extravían en el pasillo de su casa o si posee vista de águila, así que no tengo ni idea de si al final va a sentar sus reales en el lejano y estupendo mirador de A Curota o si consigue el objetivo.

No quiero decirle que en el suplemento turístico del Barbanza publicado esta semana en La Voz de Galicia recomendamos esa ruta, no vaya a ser que la ponga de los nervios, pero la tranquilizo jurándole que yo estuve allí, en las piscinas del río Pedras, en compañía de las Gimenas. Las Gimenas en realidad con María y Eva, propietarias de una empresa de gestión mediambiental radicada en Lugo y que fueron las que diseñaron -aunque no son las responsables de la señalización- todas las rutas del Barbanza que aquella famosa vaga de lume dejó para el arrastre. Las piscinas del río de As Pedras se merecen una visita, pero, en vista de que han desaparecido las rayas blancas y amarillas que indican cuál es el camino, el municipio tiene que tomar cartas en el asunto. Y tiene que hacerlo ya. Porque el verano está a la vuelta de la esquina. Y en cuanto lo haga, se lo comunicaré a ustedes.