La Voz de Galicia
Navegar es necesario, vivir no es necesario (Pompeyo)
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Tres mil años después

Andaba hace unos días rumiando para el periódico un artículo sobre El vellocino de oro, ese hermoso libro de Robert Graves, cuando Eduardo Chamorro me recordó con su aguda columna de La Voz que la guerra entre rusos y georgianos andaba a tiro de piedra de Ea (hoy Kutaisi, en Georgia occidental), capital del antiguo reino de Cólquide y escondrijo del vellocino de oro que perseguían Jasón y sus revoltosos argonautas. Aquella trifulca por el sagrado pellejo de los griegos sucedió, según la leyenda, en el 1225 antes de Cristo. Tres mil y pico años de sopapos no han servido de mucho. Las mismas tortas, en las mismas jetas, sobre el mismo suelo. Y, encima, ahora todo es más cutre, menos legendario. Porque Putin y sus muchachos no están a la altura de HérculesOrfeo, digo yo.… Seguir leyendo

Bansky, ¿cazado?

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Hay escritores, como J. D. Salinger o Thomas Pynchon, que han cimentado buena parte de su leyenda en ocultarse de los focos. No conceden entrevistas. No presentan sus libros y, en el caso de Pynchon, hasta se permiten la travesura de presumir de que una de sus últimas apariciones en público fue doblando a su personaje en un capítulo de Los Simpson, en el que el escurridizo literato salía encapuchado con la clásica bolsa de papel de supermercado. Su voz, cuentan, era la real.

La misma estrategia escapista ha seguido hasta hace un par de días Bansky, el grafitero con más caché del planeta, que lleva varios lustros jugando al escondite con sus devotos. Bansky agarra sus andamios, sus pinturas de guerra, sus sprays y levanta un mural de museo en cualquier pared de Londres, pero cuando llegan los fans, los marchantes y los fetichistas, Bansky se … Seguir leyendo

Bienvenidos

Después de un par de meses deambulando por la blogosfera con mis antiguos Farrapos de Gaita salto hoy o a la arena bloguera de La Voz. Para arrancar, me sumo al excelente post que nos regala Antía Díaz sobre el enorme James Stewart, actor que ahora cumpliría cien años si no nos lo hubiesen arrebatado antes de tiempo. Y me sumo porque Stewart protagoniza, junto al impagable John Wayne, la que considero como una de las obras maestras absolutas del cine de todos los tiempos: El hombre que mató a Liberty Valance, un auténtico tesoro que John Ford nos legó en la primavera de 1962.

La disputa en la cantina, en la que John Wayne, Lee Marvin y James Stewart se enzarzan en una memorable trifulca por un filete de tamaño planetario que se ha caído al suelo nos hace comprender que en manos de Ford y … Seguir leyendo