La Voz de Galicia
Navegar es necesario, vivir no es necesario (Pompeyo)
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El viaje hikikomori

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Más de los hikikomoris. Apunta en su web V-M, en relación a los viajes hikikomoris de su Dietario voluble: «Aunque estoy continuamente en aeropuertos, el viaje hikikimori alrededor de mi cuarto es una de mis especialidades. Viajo mucho en torno a mi habitación -modalidad deportiva que inauguró Xavier de Maistre– y también por un espacio aún más mínimo, en torno a mi cráneo, un tipo de viaje que patentara Frigyes Karinthy. Pero es cierto que en Dietario voluble aparecen aeropuertos y muchas ciudades. Con esto del viaje interior y exterior ocurre algo parecido a lo que pasa conmigo, que soy el autor del Dietario, pero en la portada aparezco de espaldas, como queriendo indicar que estoy y no estoy en el libro». 

En efecto, Xavier de Maistre fue un pionero en el arte de la exploración interior con su Viaje alrededor de mi cuarto, al que … Seguir leyendo

Hikikomoris

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Ya que andamos con V-M y su Dietario voluble, vamos a adentrarnos en el debate que propone este libro sobre los hikikomoris, esos jóvenes japoneses que renuncian a salir de su cuarto y se montan una vida paralela en el interior de la habitación, pertrechados, eso sí, con todo tipo de artilugios electrónicos. Hikikomori en japonés parece ser que significa aislamiento, que es lo que buscan estos adolescentes abrumados por ese Japón abrumador en el que habitan. Como Japón lo tiene todo, el rapaz se achica y se queda en los toriles, digo, en su cuarto.

Internet, claro, es el paraíso del hikikomori, porque brinda al introvertido chaval una ocasión única de asomarse al mundo, pero sin mancharse demasiado, limitándose a observarlo atrincherado en sus seudónimos desde la pantalla de un ordenador (portátil, claro, que el otro no cabe en la cama). El  hikikomori creo que nos mira a … Seguir leyendo

En el hotel junto a la vía

Álex Nortub, el formidable bloguero que nos ilumina con su Hotel junto a la vía, ha escrito este hermoso post en el que se cruzan los itinerarios de su amigo Andrés, del gran Enrique Vila-Matas y del perpetrador de estas líneas. Un curioso viaje de ida y vuelta entre A Coruña y Barcelona, entre Hotel junto a la vía y Farrapos de Gaita, y entre Dietario voluble y El ombligo del mar. Gracias, Álex.

P.D. Pego aquí la reseña de Dietario voluble que cita Nortub:

LA ESCRITURA OMNÍVORA 

Al remate de su colosal Dietario voluble Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948) viaja a lomos de las palabras entre su casa de Barcelona y el cementerio neoyorquino de Woodlawn, en el Bronx, donde está la tumba de Melville, que mereció un poema de Crane, en el que se juega con «los dados de los huesos de los muertos». Entre la … Seguir leyendo

¿Furibundo?

Me entero por un artículo  de Javier Marías de que la blogosfera es un mundo ocultamente furibundo. Yo, que soy más de Julián Marías que de su hijo, prefiero esta otra reflexión de Enrique Vila-Matas: «Que a los solemnes escritores españoles famosos se les caigan los anillos por leer blogs no significa que yo no lo haga, no significa que no pueda bajar a la arena de internet y perder anillos que, a fin de cuentas, recupero pronto. Leo blogs literarios como leo periódicos y libros. No le cierro puertas a ninguna lectura ni información. Y sí, me divierte y me instruye y me interesa ver qué se dice y qué se mueve en ciertos blogs que considero honestos e interesantes, y no conducidos por el tontolaba de turno». Pues eso.

Actualización (15 de diciembre, 20.00 horas): reacciones al artículo de Marías en La Huella Digital, El lamento Seguir leyendo

Dietario voluble

 

«Aquí estoy en mi cuarto habitual, donde me parece haber estado siempre. Como en tantas mañanas de mi vida, me encuentro en casa escribiendo. Suena, contundente, la música de Be My Baby, cantada por The Ronettes. Cuando tenía diecisiete años era mi canción favorita» (Dietario voluble, Enrique Vila-Matas, Anagrama, 2008).

También estoy escribiendo en mi casa, como tantas otras veces. Y, como en el arranque de este libro fabuloso, suena el Be My Baby. Un libro que, en efecto, no es una novela, tal vez ni siquiera un libro. A lo mejor es únicamente (únicamente, qué palabra tan paradójica) un cuaderno personal. Un volumen donde su autor va anotando sus cosas, sus lecturas, sus pensamientos, sus visiones, sus paseos por una Barcelona convertida en parque temático, sus viajes por una literatura convertida, también, en parque temático (o jurásico) de unos cuantos mercaderes que la llenan de … Seguir leyendo