La Voz de Galicia
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Boxeo y poesía

De un texto de Juan Gracia Armendáriz en Buensalvaje sobre las colosales peleas entre Frazier y Alí llego a otro de Joyce Carol Oates sobre la relación entre boxeo y poesía y, de ahí, salto a un revelador párrafo de Emily Dickinson (cortesía de La escuela de los domingos):

Si leo un libro y se me enfría tanto el cuerpo que ningún fuego puede calentarme sé que eso es poesía. Si tengo la sensación de que se me vuela la tapa de lo sesos, sé que eso es poesía. Son para mí las únicas maneras de saberlo. ¿Existe alguna otra manera?

Por ese tipo de cosas, amigos, todavía leemos y escribimos poesía a estas alturas de la partida.… Seguir leyendo

Fogwill y la luz argentina

El 21 de agosto del 2010 fallecía Fogwill, uno de los escritores más extraordinarios y más argentinos de su tiempo. Su hija Vera tuvo que hacer frente al apabullante legado de papeles y cuadernos que había dejado en el caos de su apartamento del barrio de Palermo. El desorden era su estado natural, y así lo confesaba:
—No hay gente viva que haya perdido tantas cosas, casas, muebles, armas, cámaras, ropa, diskettes, discos y libros como yo.
En aquel magma aparecieron dos inéditos (La gran ventana de los sueños y La introducción) y se abrió la puerta a la recuperación de la primera novela de Fogwill, Nuestro modo de vida, de la que se rescataron un primer borrador de 1980 (recuperado en Chile en el 2011) y, ya en el 2013, esta versión que ahora publica Alfaguara y que es anterior a Los pichiciegos y su leyenda (la escribió en … Seguir leyendo

Leer es peligroso

Leer es peligroso. Lo sabe bien quien ha caído en esta poderosa droga, una de las más adictivas y dañinas sintetizadas por el ser humano durante los últimos dos mil y pico años. Y más peligroso todavía es dedicarse a leer libros peligrosos. Esos que fluyen muy lejos de las convenciones, de las reglas establecidas y los prejuicios, para adentrarse en lo extraordinario y encender la mecha del asombro en el cerebro del lector.

A rastrear esa clase de textos se dedica Juan Tallón (Vilardevós, 1975) en Libros peligrosos, una aventura editorial puesta en marcha por Larousse, el sello que todos veneramos por esa enciclopedia que nuestros padres compraron a plazos para ver si nos ilustraban un poco allá en la infancia, y que ahora se reinventa con esta colección a la que sumarán sus canciones favoritas Jaime Urrutia y sus películas de cabecera Javier Tolentino.
El … Seguir leyendo

Shackleton, el sublime perdedor

Ya no se fabrican tipos como Ernest Shackleton. Perteneció a aquella estirpe de exploradores británicos de finales del siglo XIX y principios del XX que, con tal de descubrir un nuevo lago o de cartografiar una colina hasta entonces inédita, eran capaces de adentrarse en las fauces del diablo (incluso en sus babas) y presentarle luego sus credenciales en nombre de la Royal Society de turno.
Una de las grandes habilidades del británico es convertir un fracaso en algo colosal. Shackleton fue un perdedor magistral, de esos que ya tampoco se fabrican. Su historia la cuenta ahora William Grill en El viaje de Shackleton, un maravilloso libro ilustrado (o novela gráfica, a gusto del consumidor) que publica Impedimenta.
A Shackleton no lo doblegó su primera gran derrota. Participó en la expedición del capitán Scott, que perdió el pulso con Amundsen por pisar en primer lugar el … Seguir leyendo

Vallcorba, el editor

Agosto se llevó a Jaume Vallcorba, el editor de Acantilado. Llevaba tiempo enfermo y cuentan sus amigos que, durante el verano, se dedicó a llamarlos por teléfono para despedirse de ellos.
—Hola, soy Jaume. Llamo para despedirme.
—¿Te vas de viaje?
—No, no me voy de viaje. Me estoy muriendo.
Así se las gastaba Vallcorba, temido y venerado en el gremio, donde todos aspiran a levantar de la nada su Acantilado, sus Quaderns Crema.

Su catálogo es abrumador. Apabullante. Habría que vivir otra vida entera para poder leerlo todo, desde A algunos les gustan frías hasta Zipper y su padre. Solo por recuperar, traducir y editar un puñado de títulos ya querríamos a Vallcorba para siempre. Solo por Memorias de ultratumba, de Chautebriand; Los ensayos, de Montaigne y Vida de Samuel Johnson, de James Boswell, ya habría merecido la pena poner en marcha la editorial de … Seguir leyendo

Vallcorba, el editor

Agosto se llevó a Jaume Vallcorba, el editor de Acantilado. Llevaba tiempo enfermo y cuentan sus amigos que, durante el verano, se dedicó a llamarlos por teléfono para despedirse de ellos.
—Hola, soy Jaume. Llamo para despedirme.
—¿Te vas de viaje?
—No, no me voy de viaje. Me estoy muriendo.
Así se las gastaba Vallcorba, temido y venerado en el gremio, donde todos aspiran a levantar de la nada su Acantilado, sus Quaderns Crema.

UN INVENTARIO ABRUMADOR
Su catálogo es abrumador. Apabullante. Habría que vivir otra vida entera para poder leerlo todo, desde A algunos les gustan frías hasta Zipper y su padre. Solo por recuperar, traducir y editar un puñado de títulos ya querríamos a Vallcorba para siempre. Solo por Memorias de ultratumba, de Chautebriand; Los ensayos, de Montaigne y Vida de Samuel Johnson, de James Boswell, ya habría merecido la pena poner en marcha la … Seguir leyendo