La Voz de Galicia
Navegar es necesario, vivir no es necesario (Pompeyo)
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La máquina del tiempo

El verano es, a su manera, una máquina del tiempo, pero sin el encanto literario de H. G. Wells. A España, sin ir más lejos, la devuelve a las películas de suecas de Esteso y Pajares, o incluso a las de Paco Martínez Soria, que siempre llegaba del pueblo en plena canícula, sudando la gota gorda y flipando con las minifaldas salerosas que se gastaban las madrileñas para no pasar calor. Porque eso, un largometraje rancio, casposo y trasnochado es el verano cañí y sus famosos apartamentos a pie de playa. Lo de «a pie de playa» es de coña, claro, porque con los rascacielos que se han calzado sobre la duna misma el pisito cae en la planta 40 o 50, y el ascensor tarda tanto en bajar que, cuando llegas al portal, ya es de noche y tienes que subir otra vez para bañar y acostar … Seguir leyendo

A la sombra

Tiene tela que me hagan escribir en una sección que se llama Al Sol. Qué cachondos. A mí, que soy de regadío. A mí, que no soporto los rayos UVA, ni los UVB, ni la madre que los trajo al mundo a todos. A mí, que me dan alergia los bañadores, las cremitas, los chiringuitos, las chanclas, las viseras y hasta los balones de playa. A mí, que los días de secano cuelgo una regadera de la ventana para fingir que llueve. A mí, que la arena solo la puedo pisar con calcetines y zapato cerrado.

Soy de los que piensa, desde el pupitre de la EGB, que la fotosíntesis ya la hacen las plantitas. Yo no tengo por qué achicharrarme las meninges, ya que la única clorofila que circula por mis venas es la de los chicles del quiosco de la esquina.

Lo mejor del sol … Seguir leyendo

Adina

Por alguna asombrosa conjunción sideral o genética, de las riberas del Sar emergieron dos autores insuperables en la literatura de Galicia: Rosalía de Castro y Camilo José Cela. Pocos lugares del mundo, ni siquiera esas grandes capitales de Occidente atiborradas por millones de habitantes, pueden lucir dos nombres de esas dimensiones entre sus vecinos. Rosalía es un hachazo en la columna vertebral del tiempo, es la voz fundacional, y todavía imbatida, de las letras gallegas; y su paisano Cela es un gigante entre los clásicos del siglo XX, un narrador insondable, del que seguiremos aprendiendo dentro de muchos años, cuando se difuminen las caricaturas del personaje que aún nublan su recuerdo. En un país civilizado, tal vez incluso en un país simplemente normal, Padrón sería una meca literaria, un filón único para el turismo cultural. Pero en nuestra atosigada Galicia, lejos de regar ese fecundo tiesto, ni siquiera dejamos … Seguir leyendo

Duelo de orquestas

Hasta la fecha, según contaban los paladares entendidos, los únicos profesionales del espectáculo que planificaban su agenda a varios años vista eran los directores de las grandes orquestas sinfónicas y sus primos: solistas, tenores y sopranos, a los que había que contratar con al menos un par de lustros de antelación para garantizar la presencia de su careto en el cartel de la ópera local. Pero, como vivimos en el tiempo de la universalización de la cultura, ya no solo estos exquisitos gourmets de las partituras tienen sus días contados (es un decir). Las orquestas del país, que tal vez no sean sinfónicas ni filarmónicas, pero que gastan un bus-escenario que ya les molaría a los de la música clásica, tienen el calendario con más muescas que aquellos presos de película de Sing Sing, que tatuaban los muros del penal con unos palitos tachados que representaban los días que iban … Seguir leyendo

Mileurismo

Todavía circula por ahí como uno de los vídeos más vistos de Internet, en franca competencia con la grabación del poeta Charles Bukowski, botella en mano, reventando una tertulia de postín en la televisión pública francesa y con el ya legendario clip de Tojeiro y su droga en el Cola Cao. En un programa de TVE de los años ochenta moderado -es un decir- por Fernando Sánchez Dragó, el escritor Fernando Arrabal, tal vez algo hidratado de más, se empeña en incitar a sus colegas de charla a hablar del milenarismo. Tras sentarse en la mesita de centro del plató, besar a un tertuliano en toda la jeta y repetir una docena de veces su letanía de «hablemos del milenarismo», Arrabal desaparece de escena.

Tengo que admitir que, por un extraño mecanismo de asociación de ideas, cuando hace unos años escuché por primera vez la palabra mileurista, … Seguir leyendo

Un país abierto

Me contaba un amigo islandés que en su hermoso idioma -una lengua que todavía lleva adherida la música verbal de las antiguas sagas- hay veinte o treinta palabras diferentes para denominar lo que nosotros, de un lengüetazo, definimos como hielo a secas. Se ve que se nos escapan los matices, porque hay hielos y hielos. Hay hielos sólidos y monumentales, como esos sagrados penedos de nuestras antiguas montañas, y hay hielos sutiles, huidizos, que se funden a simple vista, como si tuviéramos bajo los párpados la mirada láser de un superhéroe. Y cada una de estas estructuras de agua helada, con sus microscópicos encajes y telarañas de cristal, merecen su propia manera de nombrarlas. Porque las cosas, si no las nombramos, apenas existen, se desvanecen entre los escondrijos de nuestra quebradiza memoria.

En Galicia, como ya no nos quedan glaciares desde hace unos miles de años, no es cuestión de … Seguir leyendo