«Aún era la vida apretar el libro debajo del brazo y abrir mucho los ojos al andar».
Ramón Gómez de la Serna, Automoribundia, página 163.
5 Comentarios
NANO.
el 17 marzo 2009 a las 15:28
Sabia frase del Ramón entre todos los Ramones, del Ramón por antonomasia como nos lo hacían estudiar en un colegio de curas de hábito blanco muy próximo a tu casa. Los que con modestia amamos la literatura entendemos y soñamos con esta máxima. Vida, libros, ojos y mucho andar, constantemente pensando como vivir de los libros con atenta mirada para que no te zancadilleen. Al final, como siempre, los sueños sueños son.
Moi boa frase que gardo para publicar en A Lareira Máxica calquera día destes.
A experiencia e o saber non so están nos libros, tamén na vida mesma. Unha cousa sen a outra non ten sentido. Como o día sen a noite ou a noite sen o día. Pois iso, libros e experiencia dun mesmo.
Un saúdo, amigo
Carpe Diem
Luis Pousa
el 17 marzo 2009 a las 19:41
Ramón, efectivamente, es el Ramón entre todos los Ramones, el Ramón por antonomasia. Y eso que hay otros Ramones ilustres, como Valle o el propio JRJ. Creo que fue Umbral quien decía que ese trío de Ramones cambió el curso de la literatura del siglo XX en España: Gómez de la Serna, Valle-Inclán y Juan Ramón Jiménez. No andaba desencaminado, creo. Un abrazo, Nano.
Luis Pousa
el 17 marzo 2009 a las 19:43
Julio, graciñas por esa futura cita á miña cita de RGS. Unha aperta!
Y escudriñando el sabio mundo de las palabras; Recuerdo que mi primera palabra fue «via» y no necesariamente me referia a las vias del tren – aunque – por cierto vivia a escasos metros de un Terraplen en mi vieja Avellaneda. Pero bueno; tomando como propias las palabras ajenas quisiera engancharme y aprovechar el momento para hacer un sentido homenaje al Tranvia de mi antiguo Barrio de Piñeyro en el Conurbano Bonaerense Sur y aqui estoy ahora con inmensas dudas, pues no quiero quedar descolocada. Entonces – vuelvo al principio – mi primera palabra concretamente debio haber sido tranvia, aunque tambien pudo ser via ya que durante mis primeros veinte años pase dias y noches escuchando ese sonido indescriptible e imborrable del Tren Patagonico que dos veces por dia parecia derrumbar las humildes casas de los cientos de inmigrantes que viviamos en aquel sitio tan distante de la Provincia de Buenos Aires; donde convergian cientos de gallegos, portugueses, italianos y alemanes en busca de trabajo; coronando nuuestras horas con el viejo tranvia que circulaba con su incesante tintineo por el otro extremo de mi Callejón sin Salida.
Y aqui estoy ahora – como dije al comienzo – haciendo un sentido homenaje, aunque a esta altura de mi vida, bien puedo decir que he tenido el privilegio de andar por el mundo y recorrer cientos o miles de vias … pues soy una incansable viajera. Concluyendo; las vias del tranvia y el tren de mi infancia me llevaron a transitar otras vias inconmesurables como son las vias de la comunicacion y hoy doy gracias a Dios que puedo conectarme con el mundo por esta Via Virtual y conocer nuevos rumbos. Un abrazo desde la Patagonia Argentina. titinaantelo@gmail.com
Sabia frase del Ramón entre todos los Ramones, del Ramón por antonomasia como nos lo hacían estudiar en un colegio de curas de hábito blanco muy próximo a tu casa. Los que con modestia amamos la literatura entendemos y soñamos con esta máxima. Vida, libros, ojos y mucho andar, constantemente pensando como vivir de los libros con atenta mirada para que no te zancadilleen. Al final, como siempre, los sueños sueños son.
Moi boa frase que gardo para publicar en A Lareira Máxica calquera día destes.
A experiencia e o saber non so están nos libros, tamén na vida mesma. Unha cousa sen a outra non ten sentido. Como o día sen a noite ou a noite sen o día. Pois iso, libros e experiencia dun mesmo.
Un saúdo, amigo
Carpe Diem
Ramón, efectivamente, es el Ramón entre todos los Ramones, el Ramón por antonomasia. Y eso que hay otros Ramones ilustres, como Valle o el propio JRJ. Creo que fue Umbral quien decía que ese trío de Ramones cambió el curso de la literatura del siglo XX en España: Gómez de la Serna, Valle-Inclán y Juan Ramón Jiménez. No andaba desencaminado, creo. Un abrazo, Nano.
Julio, graciñas por esa futura cita á miña cita de RGS. Unha aperta!
LA PRIMERA PALABRA
Y escudriñando el sabio mundo de las palabras; Recuerdo que mi primera palabra fue «via» y no necesariamente me referia a las vias del tren – aunque – por cierto vivia a escasos metros de un Terraplen en mi vieja Avellaneda. Pero bueno; tomando como propias las palabras ajenas quisiera engancharme y aprovechar el momento para hacer un sentido homenaje al Tranvia de mi antiguo Barrio de Piñeyro en el Conurbano Bonaerense Sur y aqui estoy ahora con inmensas dudas, pues no quiero quedar descolocada. Entonces – vuelvo al principio – mi primera palabra concretamente debio haber sido tranvia, aunque tambien pudo ser via ya que durante mis primeros veinte años pase dias y noches escuchando ese sonido indescriptible e imborrable del Tren Patagonico que dos veces por dia parecia derrumbar las humildes casas de los cientos de inmigrantes que viviamos en aquel sitio tan distante de la Provincia de Buenos Aires; donde convergian cientos de gallegos, portugueses, italianos y alemanes en busca de trabajo; coronando nuuestras horas con el viejo tranvia que circulaba con su incesante tintineo por el otro extremo de mi Callejón sin Salida.
Y aqui estoy ahora – como dije al comienzo – haciendo un sentido homenaje, aunque a esta altura de mi vida, bien puedo decir que he tenido el privilegio de andar por el mundo y recorrer cientos o miles de vias … pues soy una incansable viajera. Concluyendo; las vias del tranvia y el tren de mi infancia me llevaron a transitar otras vias inconmesurables como son las vias de la comunicacion y hoy doy gracias a Dios que puedo conectarme con el mundo por esta Via Virtual y conocer nuevos rumbos. Un abrazo desde la Patagonia Argentina. titinaantelo@gmail.com