La Voz de Galicia
Navegar es necesario, vivir no es necesario (Pompeyo)
Seleccionar página

Pasó estos días por aquí el premio Nobel de Economía del 2008, el norteamericano Paul Krugman, quien, por cierto, ha sembrado el pánico con sus tenebrosos augurios sobre la crisis. Pero no voy a descubrir yo a Paul Krugman, entre otras cosas porque no tengo ni pajolera idea de economía, salvo que, al menos en el universo doméstico, los ingresos tienen que ser mayores o iguales que los gastos, si no el tema se pone chungo. Pero supongo que la macroeconomía no se reduce a esa sencilla aritmética de toda la vida. En fin, a lo que íbamos. Krugman, un auténtico gurú planetario, es autor de un sesudo blog que se publica bajo el lema The Conscience of a Liberal en la web de The New York Times. Tiene tela que todo un premio Nobel se baje a la arena bloguera, cuando en este país nuestro a menudo se considera a los autores de bitácoras como una especie de frikis que, agazapados en el anonimato, se dedican a colgar por ahí vídeos guarros y chorradas de diverso calibre (a pesar de que la blogosfera exhibe, a poco que se escarbe, auténticas maravillas sobre periodismo, literatura, arte, cine, música, arquitectura, deportes, ciencia o, simplemente, sobre la vida misma). Ahora que podemos fardar de Nobel bloguero a lo mejor algún intelectual castizo se cae del guindo y descubre que lo esencial no es tanto el formato, sino lo que se perpetra en el mismo. Porque si por algunos fuera, todavía seguiríamos atados a las tablillas de la escritura cuneiforme. Así nos va.