Hoy estoy algo vago. Lo admito. Para qué buscar excusas. Al viernes llega uno de puntillas, estirado, como con una elongación del cerebro después de ir tirándose un día tras otro por el tobogán de la semana, un tobogán que a veces me recuerda al célebre día de la marmota. Pues eso, como estoy vago, voy a escribir esta entrada de gorra, o sea, animando al amable lector a pasear por otros escondrijos de la blogosfera. Ya se sabe que esto de las bitácoras es una gigantesca casa de citas, quiero decir que nos citamos unos a otros y así sucesivamente. Por tanto, hoy levanto una planta más en esta casa de citas universal y enlazo a Pablo Gallo, que añade en su blog un nuevo episodio al enigma de Antoni Casas Ros, y a Álex Nortub, que ha montado una fiesta por todo lo alto en su coqueto Hotel junto a la vía. Allá me voy, antes de que se beban el agua de los floreros. A lo mejor me encuentro a Casas Ros bailando hasta el amanecer. Quién sabe. Estas fiestas las carga el diablo.
El hotel de Alex hoy está precioso.Se está preperando una por todo lo alto.Me encantan las fiestas,veo que a ti también.Algo bueno saldrá de este «sarao»,seguro.Saludicos
Pues si que estamos bien… vengo del blog de Nacho, de La huella digital, por que tenía una cita, y ahora usted me manda para !Un nuevo episodio» y a una «fiesta por todo lo alto» ¡Así ¿Como quiere usted que esto pare? Una casa de citas INMENSA eso es lo que es esto, tiene usted razón!! Jeje! Es broma.
Le dejo un saludo
Carmen, la fiesta de Alex ha estado muy bien, pero ha sido agotadora, la verdad, y eso que era una fiesta virtual. Saludos!
Lys, como esto de las citas no se para, me he pasado también por ese escondrijo adonde va la luna. Muy bonito, por cierto. Nos leemos!