La Voz de Galicia
Navegar es necesario, vivir no es necesario (Pompeyo)
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Lo contó en La Voz Miguel-Anxo Murado: en la película El mundo nunca es suficiente James Bond (encarnado por un pletórico Pierce Brosnan) se zurraba a tope con los malos para salvar un oleoducto que cruzaba Georgia. Lo curioso es que, como apunta Murado en su artículo, el oleoducto no existía en 1999, fecha de estreno del largometraje, en el que una deslumbrante Sophie Marceau (en el pellejo de Electra King) se deslizaba entre el bien y el mal, muy al estilo Skywalker sénior, azuzada por un Robert Carlyle al que recordamos en sus grandes papeles de Trainspotting y Full Monty.

Ese oleoducto, que pasó de un plumazo de la ficción al mundo real, es ahora una de las razones para los combates entre rusos y georgianos en Osetia. Murado ha titulado su columna, con acierto, Licencia para hacer la guerra. Ya veo a los sesudos estrategas chapándose a partir de ahora las pelis de 007 para ver por dónde pueden ir los tiros (nunca mejor dicho). Y, si no, que contraten de asesores del Foreign Office a los guionistas de la saga Bond, que se ve que tienen más imaginación (y cabeza, por supuesto) que ciertos políticos.