La Voz de Galicia
Navegar es necesario, vivir no es necesario (Pompeyo)
Seleccionar página

Descorbatados

Los nacionalistas están que trinan. Con la de años que han tardado en ponerse la corbata (aquí Xosé Manuel Beiras nunca llegó a ponérsela, tuvo que llegar Quintana para lucir la versión bloqueira de esta prenda) y ahora viene el PSOE, sector pijo, y se quita la Loewe de seda así, por las bravas. Miguel Sebastián, ese inagotable granero de votos, se plantó el otro día en la carrera de San Jerónimo sin corbata, a pecho descubierto, y Bono, socarrón, le mandó al ujier mayor del Congreso con la pieza de tela ilustrada con los leones del Parlamento. Airado, Sebastián, que apenas tiene de qué ocuparse como ministro de Industria y Energía (el alza del crudo, la moratoria nuclear, las energías alternativas, la subida de la electricidad, la caída de las ventas de automóviles y otras nimiedades), le remitió al presidente de la Cámara baja un termómetro, en … Seguir leyendo

La subidita

El ministro Miguel Sebastián, cuya única proeza política conocida hasta la fecha era la de perder los morros en las elecciones municipales de Madrid, se ha convertido en el mayor rival de su colega Bibiana Aído en la reñida disputa del récord de ocurrencias por hora en el seno de un gabinete que, como apunta Roberto L. Blanco Valdés, tampoco exige grandes meninges para abrir sus puertas (ahí está, como prueba irrefutable, nuestra entrañable Magdalena Álvarez).

En plena hecatombe económica, con el euríbor apretándonos las gónadas y el IPC incrustado en la tráquea, al iluminado Sebastián no se le ocurre otra cosa que pegarle una subidita al recibo de la luz. Hombre, claro, no vaya a ser que la inflación se desplome y caiga por debajo del listón del 5%. Sería una faena, a ver cómo se entretenían luego Trichet y sus calculistas del BCE.

Yo, … Seguir leyendo

Un cuento

Soltaba aquí el otro día, a cuento de la dichosa Eurocopa, que a veces, por una extraña e imprevisible colisión de las galaxias, van y ganan los buenos: la España de Cesc, la prosa de Roberto Bolaño o, ayer mismo, la pintura de Antonio López, por la que un millonetis ha apoquinado en Christie’s 1,74 kilos (de euros, claro, los otros ya no molan, ya no son apenas nada). El tío Gilito de marras ha sacado los doblones de su depósito para quedarse con Madrid desde Torres blancas, óleo que reitera esa tesis de que a veces, por una vibración insospechada de los quarks y las supercuerdas y otras vainas de la física cuántica, la vida es justa y a la chica de la peli no se la lleva el jetas, el gángster, en fin, el canalla de turno. No, viene un tipo de la calle, un … Seguir leyendo