Parece que llega el verano (o al menos el sucedáneo Made in Galicia), así que vamos a relajarnos un poco con algo de música, que nos estábamos poniendo demasiado profundos y tampoco es plan, que luego nos acusan de culturetas. Es lo que tiene esto de la escritura multimedia, que lo mismo le atizas al lector una cita, que le cuentas un cuento, que le propinas un vídeo o le suministras, sin anestesia ni nada, por las bravas, una dosis de columnismo. Ahora, mientras acechan las huelgas por tierra, mar y aire y los políticos, a su rollo, siguen tumbados a la bartola viendo la Eurocopa por la tele de plasma, conviene estirar un poco las neuronas y dejar que las invada la voz poderosa de Polly Jean Harvey, sin duda una de las grandes de los últimos lustros (con el permiso del compañero bloguero Javier Becerra, que es el especialista).
Lo dicho, como aprietan ya un poco los grados Celsius, incluso en esta esquina del Atlántico, vamos a beber a sorbos esta canción de P. J., que parecía una chica mala hasta que vino Amy Winehouse y convirtió a Polly Jean en una especie de monjita de clausura. Aquí la Harvey nos canta Good Fortune, del álbum Stories from the City, Stories from the Sea (2000). Se recomienda su consumo con un toque de espuma de mar (o similares).
Como ponían en la tele de la infancia cuando se les agotaba el repertorio de Nodos, dibujos enlatados de los osos Bubú y Yogui, series cutres, anuncios de Calisay y películas de Paco Martínez Soria, ahí van unos Minutos musicales. Aquí Polly Jean, aquí unos amigos.