San Martiño de Mondoñedo. Estoy en Foz, en la catedral más antigua de España, San Martiño de Mondoñedo. El nombre induce a error, claro, pero sí, estoy en Foz. He pasado por el pueblo lo más rápido que me permitía la legalidad y he girado a la derecha para serpentear unos kilómetros y alcanzar este emblemático edificio. Un bar es todo el servicio turístico que encuentro en un día que no es precisamente el más luminoso ni el más seco del año. Qué se le va a hacer. La iglesia es realmente atípica, y los contrafuertes que se le añadieron le dan un aspecto más raro todavía. El templo está cerrado, vaya por Dios, de manera que ya me puedo ir con el viento fresco a otra parte. Pero antes me fijo en las letras que anuncian que ahí está la fonte da Zapata. Nada del otro mundo pero un rincón bonito, de esos que hay que cuidar. El problema lo denota la foto: ¡menudo cartel!