La Voz de Galicia
Escritos de Galicia y resto del planeta
Seleccionar página

Monte do Bispo Santo. ¡Menudo día veraniego que ha salido! Y, en consecuencia, As Catedrais está petada. Tanto que he renunciado a bajar. Pero algo tendrán que hacer desde la Xunta para ordenar y organizar tanto tráfico allí: mucho español no gallego se cree que esos acantilados son como los de Fisterra, sólido granito, y se asoman al vacío. El riesgo aumenta cuando ves a 50 ó 60 personas juntas haciendo fotos y dándose inevitables empujones. Total, que me abro y me voy a ver la capilla de San Bartolo. Una pequeña decepción, porque aunque estaba aislada, en el medio de A Mariña lucense, y ahora es vecina de edificios más altos que ella.

Así que acabo en el mirador del Bispo Santo, ese que hizo huir a los normandos con sus rezos. Doble decepción: en primer lugar, hay que cortar los eucaliptos o la vista es mínima, nada que ver con lo que precisamente divisó el Bispo Santo; o sea, que así no tiene sentido. Y la segunda no necesita palabras: la foto habla por sí sola