La Voz de Galicia
Escritos de Galicia y resto del planeta
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Buckden Towers. Recuerdo hace un año…

En Buckden Towers hay un agujero. Y provocado. Porque hace un par de días el father Christopher se dio cuenta de que las aguas fecales no seguían su curso sino que al llega a uno de los jardines rebosaban poco a poco hasta hacer un mucho. El hombre –un gran tipo con fino humor británico, algo mayor que yo y abundante pelo blanco- se ha puesto manos a la obra a levantar alcantarillas. Nada por aquí, nada por allá. Todo parece estar en oden.

-El diablo está en los detalles, le digo.

The devil is in the details, me responde.

A punto de ser noche cerrada la liado a alguien para que cave. Y agujero por aquí, agujero por allá, la conclusión es clara: la obstrucción está en el medio de ambas oquedades, lo cual no deja de ser un fastidio porque hay que levantar todo el jardín.

Resignación cristiana. No queda otra. Mira tú por dónde este auténtico complejo, un castillo del XVI con aportaciones del XIX, casa victoriana y tres iglesias, con reforma grande pero parcial hace unas pocas décadas, no sufre desprendimientos en las almenas o se cae un trozo del lienzo de la muralla, no. Hace aguas por un insignificante agujero. Y aguas fecales.

Yes, the devil is in the details, le replico al amable father Christopher, asintiendo yo.