La Voz de Galicia
Escritos de Galicia y resto del planeta
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Lires. Los habitantes de Lires tienen que remangarse, y los propietarios de casas de turismo rural y otros establecimientos hoteleros deben de colocarse al frente. No hace falta que sea hoy, pero tienen que acabar con el olvido de tres o cuatro años. Un olvido que, o son tontos, o se darán cuenta de que les afecta negativamente a sus negocios.

Lires es un paraíso que gracias a la falacia del mal tiempo que, dicen con la bota de contar mentiras, azota siempre la Costa da Morte. Doy fe de justo lo contario. Y como vengo repetidamente diciendo, puedo acusar de mentireiros a quienes descalifian esta zona recurriendo a no sé qué lluvias y nieblas. Ayer ni caminar pudimos, porque toda la tarde cayó de un calor aplastante. Hoy dejé a amigos, hijos de amigos, amigos propios y a Coro en la playa de Lires y me eché al monte, a recorrer la ruta de la Meigha Lirea, estupenda idea que languidece. He logrado hacerla porque uno se conoce el terreno y siempre presumió de orientarse muy bien, y punto final. Cualquiera de los muy numerosos extranjeros que se dejan caer por aquí se extrañaría sin la menor duda. Las balizas o faltan o están medio caídas, y así no hay quien llegue a buen puerto. Para más inri, al regreso o uno está muy atento o acaba en un acantilado, y a partir de ahí la vegetación lo cubre todo.

Pero el sendero de la ruta de la Meigha Lirea lo pagó parcialmente la Unión Europea, y eso es tirar por la borda los impuestos alemanes, daneses y demás. Es matar la gallina de los huevos de oro. No vamos a salir de crisis alguna esperando más dineros de Europa. Es la hora de remangarse y adecentar es ruta. O sea, un día de trabajo, de esos que vienen secos y soleados en, por ejemplo, octubre. Nada más