Red Natura del río Tambre. Publico hoy otras tres páginas de Galicia Bonita, esa serie dominical que nos curramos Marras y yo. En esta ocasión está destinada a uno de los iconos del turismo del país, Combarro, ese fetiche con hórreos clavados en el mar conocido en España entera desde los años 60 del siglo pasado. Para escribir el texto he ido tres veces allí. La primera, simplemente para actualizar conocimientos e imágenes y ver cómo estaba, allá a principios de junio. Le di el nihil obstat, lo incluí en la lista y Marras fue cuando le dio la gana, que a veces prefiere ir con compañía y a veces -debe de estar poeta-, solo.
Regresé a mediados de agosto y aquello era un gallinero: cientos de personas, quizás un millar, se daban cita en la red de callejuelas, de manera que había overbooking. Iba yo con Martín, y menos mal que teníamos un par de sandwiches porque los restaurantes estaban petados, como dicen los adolescentes. No me gustan las marabuntas de gente, así que no estuve esas tres o cuatro horas a gusto. Además, un garrulo metió el coche por el fondo del mar… porque era marea baja y todo aquello queda seco, y el cacharro no tuvo otra idea que estropearse allí mismo. Ese fue un rato que lo pasé bien, porque el agua subía y el conductor y su acompañante, mujer y hermanos o pareja, se pusieron allí a discutir en una maravillosa estampa tipical Spanish.
Mi tercera estancia tuvo lugar a principios de este mes. Entonces sí que pude escribir. Había visitantes, pero no multitudes. Me senté en el banco del muelle, tiré de libreta y redacté el borrador de lo que se puede leer hoy. Así es como trabajo: escribiendo en los lugares y luego puliendo en casa. ¿El resultado? En las páginas de La Voz de Galicia.
a mi Cristobo, me sigue pareciendo ke si echamos abajo las casas ke hicieron en plan supermoderno sin que nadie dijera quee hay una cosa ke se llama paisaje urbano para intentar darle al entorno una coherencia, una estética, un revalorizar lo que tiene valor arquitectonico, etc…, entonces sí, Combarro sería Combarro, ahora bueno sí, pero como decíamos respecto a la praia da fora de Fisterra ya no queda nada. Y va y, encima, se nos muere Labordeta.
Bikiñosssssssssss
por cierto, lo de la pareja garrula, sin desperdicio, lo mejor jejejeje!!! soy bífida ke le voy a hacer…..