La Voz de Galicia
Escritos de Galicia y resto del planeta
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Red Natura del río Tambre. Me llamó Manolo Rodríguez y me lo dijo: hoy se celebra un acto religioso en memoria de Víctor López Villarabid. Mi reacción fue la habitual: «¿Hace ya un año que murió? ¡Cómo pasa el tiempo!». Sí, hace un año que en la Asociación de Periodistas del Camino de Santiago, Apecsa, tiramos adelante sin el apoyo de Víctor, a quien hoy recuerda Xosé María Palmeiro en su blog. Un personaje curioso al que acabé teniéndole un gran y sincero afecto. Me lo había presentado Lois Celeiro cuando andábamos rumiando la creación de la asociación, allá por el año 1991. Víctor era incansable, y cuando se trataba de planificar cualquier cosa en Apecsa -de cuya junta directiva siempre formó parte- salía con aquello de que fuese en Sarria, y como no fuese en Sarria, en cualquier otro lugar de Lugo. Al congreso de Pontedeume fue roñando, en el del pazo de Mariñán también tuvo algo que decir, y como se le mentaran otros Caminos que no fuesen el Francés se le ponían los pelos de punta y la lengua larga. Defendía con enorme pasión aquello en lo que creía.

Murió y el mundo sigue girando. Así debe ser, pero eso no quita que los amigos lo continuemos añorando. Siempre recordaré que unos días después de haber muerto mi padre nos encontramos y me dijo: «Xa sei que ti non cres nesas cousas, pero eu organicei unha misa polo teu pai». Me emocionó. Tanto como ahora al recordar al más prolífico periodista del Camino de Santiago de todos los tiempos. Xa nos veremos, Víctor.