La Voz de Galicia
Escritos de Galicia y resto del planeta
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Lires. Otra vez en el paraíso. Me suele suceder que cuando vuelvo a un lugar nunca me parece tan bonito como al principio, por aquello de que nunca hay una segunda oportunidad para causar una primera impresión, que diría mi viejo amigo y colega Bieito Rubido. Pero nada, con Lires se rompe esta regla a pesar del lamentable arreglo que han hecho a un par de kilómetros finales de la carretera, recién asfaltada y con tantas rugosidades que el coche botó como en una atracción de feria. De hecho luego di marcha atrás para comprobar que era el asfalto y no el vehículo. Impresentable.

Han instalado unas señales nada agresivas y mucho más bonitas que las que había, y pocos cambios más he notado. Porque por suerte el playón de Nemiña sigue siendo de los mejores de Galicia. Todavía nadie ha hecho barbaridades por allí, así que recalar en As Eiras vuelve a ser maravilloso. Íbamos de riguroso incógnito, pero al final me pilló Pablo y ya la conversación de sobremesa con él, su madre, Rosalía (su mujer) y Manuel (su hermano, que también ha estado en Dinamarca y Finlandia porque es ingeniero especializado en molinos de viento) duró hasta las seis. Encima se les ocurrió abrir un Cunqueiro III Milenio estupendo, y allí estuvimos animando a Rosalía a que vaya a por la niña, que tiene dos niños, en masculino.

La comida, insuperable. De esas caseras-caseras, muy bien preparada, un género estupendo, un comedor clásico con un curioso televisor-pecera. Mesas cuidadas en su disposición con vajilla sencilla pero al mismo tiempo elegante. La salsa de las almejas juro que es de las dos o tres mejores que tomé en mi vida. Raciones muy grandes, precio tirando a bajo. No hay nada que objetar. Al final nos liamos y no fui a ver qué tal seguían las habitaciones, de modo que tengo deberes pendientes. Y encima les estoy agradecido: un reportaje de mi serie dominical «Galicia Bonita» referida al cabo Touriñán ha sido enmarcado y colgado en la pared. Las tres páginas. Marras, el fotógrafo, estará todavía más contento.

(Espero que no me lea mucha gente hoy, no vaya a ser que se masifiquen Lires y As Eiras, pero mi obligación era publicarlo).