Vilalba. Esto de inspeccionar el Camino Norte con el fin de elaborar una auditoría para la Asociación de Periodistas del Camino de Santiago, que todavía presido, equivale a dar vueltas y más vueltas buscando el detalle, el que todo figure en el estudio, el que nada se escape. En la (imposible) perfección, en suma. Pero en fin, lo que quería decir es que me he cansado de recorrer el núcleo urbano de Vilalba , y como de vez en cuando hay que comer, he parado en pleno casco viejo, en A Lareira, un lugar bonito por fuera y por dentro, con una persona muy amable atendiendo la media docena de mesas que conforman el comedor, por otra parte con muy grata decoración basada en semillas y elegantes fotos y textos de poetas gallegos.
En el plato unos pimientos de Padrón que no están bien fritos, les faltan un par de minutos y así se lo hago saber. El bacalao a la plancha (especialidad de la casa) lo sirven en sencilla bandeja blanca con abundante patata bien cocida espolvoreada con peregil y su buen trozo tostado con desmenuce de pimientos rojos, para mi gusto demasiado desalado, porque recomendable es que tire algo de la bebida. Pero hay que dejar claro que está muy bien hecho, en su punto, sin perder textura.
Y eso es lo que hay.