La Voz de Galicia
Escritos de Galicia y resto del planeta
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Verín. Y del norte de Galicia al sur. Unos cuantos kilómetros entre San Andrés de Teixido (forzadamente galleguizado en Santo André de Teixido, topónimo que tardará un par de generaciones en cuajar) y Verín, adonde he venido a ver cómo está la ciudad más emblemática de este país que es Monterrei. Me voy de cabeza a la oficina de turismo de Verín, que ocupa una parte del bajo de la impresionante Casa do Escudo. Allí hace cuatro años me habían dado una penosa información sobre el Camino de Santiago y me habían recomendado la barbaridad de no subir a Monterrei. Así lo había publicado, provocando la sorpresa y supongo que la ira contenida de alguien que me llamó y que se identificó como Txon, responsable de la oficina de turismo. Cierto es que dio muestras de profesionalidad, porque su desagrado (siempre me pregunté si le habría caído alguna bronca previa) no estuvo exento de más o menos forzada cordialidad, así que todo se mantuvo en límites aceptables. ¡Por lo menos no me denunció, como de vez en cuando se le ocurre a alguno o alguna que cree que los periodistas estamos para escribir al dictado (sí, sí, siguen existiendo aunque Franco se murió hace tiempo)!

Luego hablé con Txon un par de veces por teléfono para pedirle algún detalle concreto. Y ahora planté mis reales en la Casa del Escudo. Con la mujer que me atendió me puse quisquilloso preguntando lo mismo que hace cuatro años e insistiendo, pero esta vez la información fue completa y correcta. Y es que tenía a Txon delante y sabe lo que hace y dice. Hechas las presentaciones («No te imaginaba así», me dijo, pero no me atreví a preguntar si eso era un halago o justo lo contrario, porque desde luego no soy un príncipe azul), dimos repaso general a la zona. Buena profesional y, como a mí lo políticamente correcto de la igualdad y otras zarandajas me trae al pairo, pongo negro sobre blanco que es una persona elegante vistiendo y hablando, y otras cosas que ya no corresponden al mundo del turismo.

Corolario: una oficina con abundante material -siempre es poco- que funciona muy bien. Al menos mientras esté Txon al frente.