Odense (Dinamarca). Lamento no estar el domingo 22 en la Andaina de Congostro, en tierras de A Limia. Ando por otros lares, y el calendario indica que mañana se cierra el plazo para inscribirse. Parece que Manoli Casal, infatigable, se lo ha montado bien, y además de la caminata en sí va a haber obradoiros del tipo juegos de orientación, y premios (supongo que simbólicos, que son los más bonitos) a los ganadores.

Pero si vuelvo al tema es para hacer dos recomendaciones, porque como puedo permitirme la chulería de decir que me conozco bien la ruta también sé dónde están los pequeños secretos. En la primera parte, en la cual se salva un desnivel de 240 metros, se pasa por San Miguel (saludad a la siempre amable Carmen de mi parte). Ahí espera una pequeña aira de canastros, unos hórreos magníficos al pie del castro que están cayéndose. En la segunda, con un desnivel de sólo 100 metros, no hay que perder de vista el canal porque de vez en cuando se ven varias especies de muy llamativos patos.

En fin, reflexiones, que no consejos, desde la distancia. ¡No me importaría nada estar allí!