La Voz de Galicia
Navegar es necesario, vivir no es necesario (Pompeyo)
Seleccionar página

La galaxia Perec

georges-perec-1978-2

«Abre bien los ojos, mira». La cita, extraída del Miguel Strogoff de Julio Verne, es el primer fogonazo que recibe al lector que se zambulle en las páginas torrenciales de La vida instrucciones de uso, la novela estelar que vertebra la constelación literaria y artística de Georges Perec (París, 1936-Ivry-sur-Seine, 1982). Esa sencilla frase es el único punto de apoyo que se necesita para asomarse a una galaxia que ha convertido a su autor en uno de los escritores fundamentales de la segunda mitad del siglo XX y, más allá del territorio de las letras, en uno de los creadores más influyentes en el arte contemporáneo. A la reivindicación del legado perequiano se suma la Fundación Luis Seoane con Pere(t)c, una exposición de producción propia que traza un recorrido fascinante por los escritos, películas y proyectos artísticos de Perec y por la huella que su obra multiforme ha … Seguir leyendo

Macroeconomía y microrrealidad

La macroeconomía tiene tela. Es cierto que no ha servido para que la tribu de los premios Nobel detectase la llegada de la crisis, pero al menos vale para que se luzcan los listillos, esos abusones que, a la mínima, sacan del bolsillo un informe del FMI y te aplastan con sus dogmas. Enredados en esta telaraña, olvidamos el microcosmos del hogar, esa trinchera en la que se libra la auténtica guerra de la crisis, porque a pie de obra no hay yuan ni diferencial con el bono alemán que valga. La batalla se reduce a que los ingresos sumen un céntimo más que los gastos. Esa es la cruda realidad financiera de ese 20,8% de la población española que sobrevive bajo el umbral de la pobreza. Es la microrrealidad que no ve la mirada miope de la macroeconomía.… Seguir leyendo

Año diez

Me sorprendió oír el otro día a un político hablar del año once (2011, claro). Ya tiene mérito, pensaréis, asombrarse con lo que suelta un político, dada su capacidad para fabricar artefactos verbales inútiles (inútiles en el mejor de los casos, por supuesto). Pero, en fin, aquello del año once me conmovió, me sonó a película de romanos, al emperador Augusto y así. Como si se hubieran esfumado de pronto dos mil años y tuviéramos que empezar de nuevo desde el principio. Luego volví a tropezarme con el año ocho y el año nueve (del siglo XX) leyendo Viejas historias de Castilla La Vieja, esa delicia trazada por Miguel Delibes sobre un puñado de páginas, y comprendí que, en efecto, de vez en cuando conviene poner el contador a cero y ensimismarse con el chopo, los perdigones y el abejaruco como el sabio castellano. Tal vez sea más sensato … Seguir leyendo