por Luis Pousa | Ago 6, 2010 | Columnas de La Voz de Galicia, General
A Mariano José querría verlo yo aquí y ahora, en la era de la Administración electrónica, ja, tratando de arreglar un papel cualquiera en una oficina pública en pleno agosto. Y, para más intriga y dolor de barriga, en la semana grande, donde lo único grande es el vacile al paganini, que para sellar un humilde folio en el registro necesita tres visitas al mostrador, cuatro tilas bien cargadas y quince fotocopias compulsadas, qué rigor el del funcionario autóctono, no baja la guardia ni en verano. Lo grande de esta semana, ya digo, es la larga cambiada que le pegan al contribuyente en todas las ventanillas, porque lo que se denomina, así en general, horario de atención al público se reduce tanto que para leerlo en el cristal de la puerta (cerrada, claro) hay que llevar un microscopio de bolsillo encima. Al colega de Larra, en agosto del 2010, … Seguir leyendo
por Luis Pousa | Ago 5, 2010 | Columnas de La Voz de Galicia, General
Agosto exacerba las tradiciones seculares y carpetovetónicas, que no son otra cosa que eso, antiguallas, pura arqueología heredada del tatarabuelo Raimundo, que fue el primero, allá por el XVIII, en pensar que tirar una cabra desde el campanario tenía su punto coñón, qué cachondo este Mundo, sobre todo si el lanzamiento de cabra se efectúa un domingo a la hora del aperitivo, con el público bien cargadito de vermús, finos y orujo a caño libre. Supongo que todos tenemos un día de esos en que nos apetece arrojar una cabra desde la torre de la iglesia, solo que, si lo haces en Finlandia, te mandan de cabeza al trullo o al frenopático, mientras que en Spain is different te nombran alcalde perpetuo del pueblo y el vuelo de cabra (sin motor) lo declaran fiesta de interés turístico nacional y, si se tercia, hasta deporte olímpico. Porque el guiri … Seguir leyendo
por Luis Pousa | Ago 4, 2010 | Columnas de La Voz de Galicia, General
El todo incluido es la versión humana, algo refinada, eso sí, de esas granjas de cría de pollos en las que los animalitos, picotea que te picotea, van inflando e inflando hasta el calambrazo final. Nada más llegar al todo incluido te anillan, como a los pollos, con una pulserita verde chillón para que si te pierdes por la isla te facturen con destino al complejo hotelero cinco estrellas. En el resort caribeño, alambrado hasta el cielo para que no entren los lugareños, no te ceban con pienso industrial, sino con mojitos y coctelería variada, mientras el turista occidental, estabulado en la tumbona, perdida ya la facultad del habla, se limita a levantar la mano de la pulserita cada treinta minutos clavados para que le traigan otra ginebrita con limón, que es muy refrescante, y como hay mucha humedad en el aire no se te suben las copas a la … Seguir leyendo
por Luis Pousa | Ago 3, 2010 | Columnas de La Voz de Galicia, General
Asoma agosto la patita por debajo de la puerta, como aquel lobo feroz y algo travelo que acosaba a los cabritillos, y la santa espera al oficinista con la recortada en una mano y la lista de arreglitos pendientes en la otra. El veraneante, que ya empieza a añorar el café laxante del currelo, suda solo con leer la lista, que no es la de Schlinder, pero casi. Pepe Gotera baja abatido al trastero a pillar la maldita caja de herramientas mientras la parienta, implacable, todavía añade al papelorio unas obras menores: pintar la casa, alicatar los baños y, ya puestos, cambiar la tarima flotante del cuarto del abuelito. El tipo, con la llave inglesa entre los piños y los ojos supurando como la niña de El exorcista, solo acierta a murmurar: cari, bonita, dile a los nenes que se me bajen de la chepa, que con tanta … Seguir leyendo
por Luis Pousa | Ago 1, 2010 | Columnas de La Voz de Galicia, General
En verano la tele se pone plana. Y no me refiero a que el cacharro de tubo que heredamos del abuelito se transforme de golpe en uno de esos artilugios molones de plasma de cincuenta y pico pulgadas. Qué va. Lo que pasa es que esas cadenas mesetarias, madrileñas y madridistas consideran que el cerebro, al contrario que los demás materiales, no se dilata con el calor, sino que se achica, según la técnica de reducción de cabezas de los jíbaros. Por eso estos programadores centralistas nos asestan una parrilla remendada con largometrajes de Cantinflas, Joselito y Marisol. Y corazón, mucho corazón, salsas rosas, sálvames, norias y demás purines, hasta que el espectador, obturadas las arterias cerebrales por los dimes y diretes de tantos jorgejavieres y belenes, cae en el encefalograma plano y ya solo se oye ese pitido de fondo que no sabemos si es el … Seguir leyendo