Bukowski en la Red
El primer día que Charles Bukowski se sentó delante de uno de estos artefactos le asaltó la duda, la enorme duda, de si el ordenador iba a ser la máquina que lograse acabar con él, algo que no habían conseguido ni el alcohol, ni las mujeres, ni siquiera la miseria, ya se sabe, cuando era joven y estaba él solo en un cuarto de Nueva Orleáns con un par de ratas y toda su literatura hirviéndole en el cráneo. Lo contó en un memorable poema. Por supuesto, el artilugio no pudo con el viejo poeta y, es más, Bukowski es a día de hoy un privilegiado inquilino de la Red, en la que se pueden degustar algunos episodios conocidos de su leyenda, como cuando, con un par de botellas de más en el cuerpo, plantó a los sesudos tertulianos de Apostrophes, el programa cultural estrella de la televisión francesa. … Seguir leyendo