La Voz de Galicia
Navegar es necesario, vivir no es necesario (Pompeyo)
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https://www.youtube.com/watch?v=4V4GVf0jSQ8&feature=related

Suena Shine on me. A la luz de la Torre de Hércules, el flexo posado sobre la mesilla de Monte Alto, esta inmensa canción bien podría ser una especie de himno apócrifo de la ciudad atlántica (de esta o de cualquier otra, por supuesto). «Let the light of the lighthouse shine on me», reza el coro. Ya sabemos que cantan a otro lighthouse, tal vez al faro aquel al que se dirigía Virginia Woolf, no sé. Pero cuando oigo la palabra lighthouse, qué le vamos a hacer, se me va la mirada a la península de la Torre, que cualquier día se desata de A Coruña y se echa a navegar por el océano sobre su islote de tojos y pedruscos.

Como ya saben los lectores de mi cuaderno de bitácora, que son agudos cinéfilos, este espléndido góspel se esconde en el metraje de Ladykillers, enésima obra maestra de los hermanos Coen, a los que nunca estaré suficientemente agradecido por tesoros como Fargo o Muerte entre las Flores. El coro, no podía llamarse de otra manera, es el Abbot Kinney Lighthouse Choir. Y, para que no me censuren los puristas, aquí dejo la versión original de la canción, del épico Blind Willie Johnson. El vídeo está entre lo friki y lo new-age, lo sé, pero la música es impagable. Shine on me, Willie.