En los países serios, decíamos, no acostumbran a tirar cabras desde el campanario. Por algo son gente civilizada, que tiene industrias en vez de baretos. Pero estos tipos frígidos y que hablan un poco raro, como con una sobredosis de consonantes, también aprovechan el verano para practicar sus ocios populares. Por allá arriba lo mismo celebran el Campeonato del Mundo de Sauna -que consiste, más o menos, en poner a tope el mando del baño de vapor y sentarse a ver a quién le hierve antes la sangre- que inventan el balconing, toma I+D+i, o sea, que el guiri, ya medio chosco por la barra libre, se baja a la piscina sin usar el ascensor, vamos, que salta al agua directamente desde la terraza de la séptima planta del hotel. De vez en cuando, cosas del folclore, la espicha un concursante, pero no pasa nada, maricuela el último. Y nosotros, infelices, que creíamos que a descerebrados no nos ganaba nadie. Menos mal que al fútbol no hay quien nos tosa.
Cosas del folclore
por Luis Pousa | Ago 22, 2010 | Columnas de La Voz de Galicia, General | 2 Comentarios
Que triste.
Saludicos.
Lo del balconing le ha dado sentido a la expresión «hacer el cabra». En fn, que nuestros vecinos del norte siempre han sido poco de hacer el animal en casa; siempre han preferido hacerlo fuera. Cosas de la reputación, supongo.
Abrazos de vuelta.