Ya os he contado muchas veces que todo lo que sé de periodismo lo he aprendido en las redacciones, de mis compañeros. Y una de las personas de las que más he aprendido es de mi buena amiga Rosa Domínguez, que fue durante un buen puñado de años compañera de trinchera en la sección de Local de La Voz. Además de saber escribir formidablemente bien, Rosa también sabe escuchar, que es una virtud periodística hoy un tanto olvidada. Hay gente que va a hacer una entrevista y ya lleva las respuestas escritas, si no en la libreta, por lo menos en la cabeza. Rosa es de las que va a un sitio y deja que hable el otro. Ella escucha y luego nos lo cuenta a los demás. Vamos, lo que se llama periodismo de toda la vida. Y ella lo borda. Al abrir hoy La Voz me he tropezado en las páginas de Local con la magnífica entrevista de Rosa al doctor Alberto Juffé Stein, el cirujano cardíaco que hace ya algo más de tres años reparó mi destartalada válvula aórtica, y que se ha convertido también en un buen amigo. Este es el pedazo de entrevista del que os hablaba. «Creo que hemos ayudado a poner a Galicia en el mapa».
Luis! da gusto ver que siemrpe te muevas en tan buenas manos…
voy volviendo, aunque desde hace un tiempo no termino de ocnseguirlo… ay ay! SAbes? nuevo blog: es un Proyecto 365, lo desconocía por completo hasta ayer, siguiendo a Aye… espero que le eches un ojo a ver si te gusta. IGual mi foto 366 acaba por ser algo bueno!!
Te dejo besos! y esa anecdotilla, que era lo mas interesante que contar ultimamente!
xxx
Olé!
Grande Rosiña. Le tengo un cariño especial. Empezó haciendo prácticas conmigo y se quedó. Lo merecía. Saludos.
Hola, Ada.Ya me paso pronto por ese blog fotográfico. Seguro que está muy bien. Saludos!
Paco, gracias. Pero yo soy en este caso un simple notario. Los que tienen mérito son Rosa y el doctor Juffé, por supuesto. Un abrazo!
Guillermo, tienes toda la razón. Rosiña es una de las grandes. Un abrazo!
Yo me presento ante mi medico como:
“aquí un fan”.
Son admirables, estudian duro toda su vida, se pasan jornadas enormes inmersos en el sufrimiento humano y aún así conservan una sonrisa. La última vez que lo visité estaba triste. A mi me dio buenas noticias e intentaba animarlo.
Me dijo:
Gracias por tu alegría, pero no siempre en nuestro trabajo nos salen las cosas bien. Como a todos admirado doctor, -le contesté,- como a todos. Nunca nos sale todo bien, pero a vosotros después de tantos años, los errores os siguen conmoviendo, por eso os exigís tanto y por eso sois mis héroes
qué suerte has tenido!
y enhorabuena a tu compañera ; leo la entrevista y me parece rarísimo que ese hombre ya lleve aquí tanto tiempo. Lo conozco de vista, a su colega en Vigo (los dos venían de Puerta de Hierro …y yo también había pasado por allí, aunque los tiempos no coincidan con exactitud) lo encontré un día en el C.I; pensaba que con tanto prestigio…en fin, pero no, menuda charleta noe echamos.
Estos días de gritos y palabras huecas deberían darle más espacio a personas así, no hace falta que sean cirujanos: a personas que quieren su profesión, y hacen mucho por las personas.
saludos..y salud!
Hola, yo también leí la entrevista. Me da pena que se marche del CHUC.
Tuve la oportunidad de conocerle en el año 92, de no grato recuerdo. A a él tengo que agradecerle que haya sabido devolverme la confianza
durante un trago tan amargo como el de la operación de mi esposo, por el trato tan humano y cariñoso que el prodiga. Saludos.
Muchas gracias, Prometo, María y María Jesús, y perdón por tardar tanto en contestar, pero acabo de emerger del periodismo electoral! Saludos!