Es curioso cómo, a través de una serie de bitácoras, se ha ido trazando un camino de ida y vuelta, de enlace en enlace, entre tres ciudades blogueras: A Coruña, Barcelona y Zaragoza. Uno puede partir de aquí mismo, de esta ciudad atlántica suspendida en los puntos suspensivos de Estíbaliz Espinosa, y brincar al Hotel junto a la vía que tiene abierto Álex Nortub en Barcelona. Allí, en BCN, se puede uno quedar plácidamente en Hasta Elena, en El lamento de Portnoy, en la web de Vila-Matas (que tiende al blog, sólo que nos tiene a la espera para crear expectación), en Semper Tremulusa o en Iceland bailout plan (9). En caso de lluvia, siempre puede uno cobijarse bajo el Paraguas en llamas de Jordi Mestre o emprender, sin más rodeos, el vuelo hasta Zaragoza para aterrizar, por ejemplo, en la biblioteca de Antón Castro. En la misma ZGZ se pueden subir los 39 escalones de Alfredo Moreno o reposar entre nómadas con Marta Navarro. Marta nos abre la puerta al MigraMundo de Guillermo Pardo, ya en A Coruña, donde rodamos de blog en blog para rastrear El cuadernillo verde de María B., el Im-Pulso de Félix Soria y La Huella Digital de Nacho de la Fuente, y para desembarcar luego en el camarote coruñés (Javier Pedreira, Wicho) de ese trasatlántico llamado Microsiervos. Se impone una última parada en los mundos virtuales de dos coruñeses hasta las cachas emigrados en Bilbao, Pablo Gallo, y en Bruselas, Gritando a voces en alta mar, antes de rematar el periplo en la acogedora casa en la que cohabito, entre otros grandes blogueros y amigos, con César Casal, Rubén Santamarta, Sandra Faginas, Antía Díaz, Miguel Piñeiro, Paco Sánchez, Fernando Hidalgo, Jorge Casanova, César Rodríguez, Olalla Sánchez, Francesc Pumarola, Carlos Agulló y los gallegos errantes de Global Galicia. Y ya estamos de regreso. Teniendo links, quién necesita puentes aéreos. A Coruña-Zaragoza-Barcelona es ya una conurbación bloguera.
Perdón por los más que probables olvidos (mis neuronas ya no son lo que eran). Un saludo a todos (incluso a los olvidados) desde esta región ocultamente furibunda.
Bello periplo atlántico-mediterraneo-aragonés. En el camino nos encontraremos. Un abrazo.
Mi caso es algo más complejo, ubicua donde me haya, mi blog se escribe normalmente desde Madrid, donde resido, trabajo y sueño, pero a veces, me voy por donde venía, es decir, por el norte galaico-astur… creo que vas a tener que añadir un par de coordenadas más al mapa, por todo lo demás, espectacular.
Bueno, Cristina, te acogemos como ciudadana volante en nuestra conurbación. Como te había descubierto en los mundos vilamatianos deduje, por error, que también vivías en BCN. Mea culpa. De todas formas, si vienes por el norte galaico-astur te adoptamos en la blogosfera coruñesa sin mayores trámites. Un beso y perdón por el error.
Alex, gracias por el comentario y por hospedarme en tu hotel. Un fuerte abrazo
Ni que decir tiene que no tienes que pedir perdón! Es más, tengo ciertos ligamentos cruzados anteriores de mí misma en Barcelona, así que no está mal del todo. Por el norte galaico-astur sí debes adoptarme aunque ahora ya solo vaya en verano. ¿Conoces a Olalla Sánchez Pintos? ¿Sí? Pues yo también… A esas cositas me refiero 🙂 Un abrazo y sigue.
Lo mejor de todo es encontrarnos en el viaje, ida o vuelta. Este texto bien podría quitarle la razón a Javier Marías «homo scepticus bloguerus».
Muchas gracias y un abrazo.
Pero quizás lo que es todavía mejor de esto es que da igual donde estemos y quienes seamos.
Ah! Y me ha hecho gracia eso de que el web de Vila-Matas tiende al blog. ¿En qué lo has notado?
Gracias, Cristina. Efectivamente, conozco a Olalla y sus PostIts, buena compañera y amiga en la blogosfera y en los mundos reales del periodismo. Un beso.
Alfredo, también creo que el Homo scepticus blogueros, más conocido como Javier Marías, no podría hallar aquí ni rastro de esa región ocultamente furibunda que él denuncia. Ni estamos ocultos. Ni somos furibundos. Pero, en fin, el académico Marías, hijo del gran filósofo Julián, prefiere despachar así una realidad que no conoce ni se ha preocupado en conocer. Allá él. Un fuerte abrazo.
Elena, tienes razón, claro, lo ùnico que me llamó la atención es esa telaraña tejida entre tres ciudades y sus lazos múltiples, aunque, claro, como desvela mi error al colocar a Cristina en BCN, no importa mucho donde estemos, porque esa es la gran clave de la red, que da igual escribir desde un pueblo de la montaña lucense (si dispones de Internet, claro) que desde Manhattan. Lo de V-M es una teoría que tengo, que igual que sus libros tienden al dietario (como muestra su Dietario voluble), él mismo tiende al blog, y tendrá que acabar dándonos uno, porque yo creo que es su género final, su estación Términi literaria. Un beso.
Alfredo muy bien,gracias a Dios Javier Marias no visita esta región «ocultamente furibunda»……
Y el enlace de ciudades llega hasta México, Luis. Traspasa mares, continentes, cielos con la misma luna 😀
Graciñas por suspenderte e suspenderme e suspender a todos os demais
🙂
[…]
Peter Pan, Marías está cordialmente invitado a dejarse caer por aquí, lo que sucede es que, como él mismo decía en su famoso artículo, no acostumbra a leer blogs, quizás por eso dijo lo que dijo…
Magda, por supuesto, México queda enlazado a nuestra conurbación. Un beso y sigue destilando esas maravillosas apostillas literarias, una auténtica delicia.
Estíbaliz, quedamos todos pois suspendidos dos puntos suspensivos da blogosfera. Un bico!
Buen escritor Javier Marias.No, no acostumbra a meterse en «BLOGS»pero creo que si a leer alguna que otra revista Dominical,y allí en la sección de correo de los lectores,si quien le dijera alguna que cosa.Desde luego si lo leyó,se habrá metido en algún BLOG que otro,ójala que así sea y halla cambiado su opinión .Y a partir de ahora piense que en vez de ser una región «ocultamente furibunda»,sea una región abiertamente estupenda.Saludos.
Luis, estoy en Sevilla leyendo esta bellísima conexión que has realizado. Me ha gustado muchísimo. Es curioso el vínculo que se puede establecer al enredar palabras, libros, imágenes y comentarios.
Soy feliz al estar en el trazado de esas vías junto a mis compas de ciudades y blogs.
Besos bajo una lluvia poderosa, pero con olor a azahar y cítricos.
Marta Navarro
Compa: Marta Navarro me ha advertido de esta conexión blogoviajera que acertadamente has hilvanado. Como ella, y como los demás citados, me siento halagado, orgulloso y honrado de formar parte de tus escalas sin peajes. Unha aperta
Siguiendo este camino de losetas amarillas en el que, al parecer, nos cruzamos con amigos coincidentes, descubro tu interesante blog.
Un saludo.
Excelente post. Por certo, se entre tanta camiñata queredes facer pequeno descando, qué mellor que a beira das Rías Baixas en Sanxenxo. Un pouco desviada da ruta, pero a visita vale a pena.
O dito: enorme post, compañeiro
Carpe Diem