La Voz de Galicia
Navegar es necesario, vivir no es necesario (Pompeyo)
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Los nacionalistas están que trinan. Con la de años que han tardado en ponerse la corbata (aquí Xosé Manuel Beiras nunca llegó a ponérsela, tuvo que llegar Quintana para lucir la versión bloqueira de esta prenda) y ahora viene el PSOE, sector pijo, y se quita la Loewe de seda así, por las bravas. Miguel Sebastián, ese inagotable granero de votos, se plantó el otro día en la carrera de San Jerónimo sin corbata, a pecho descubierto, y Bono, socarrón, le mandó al ujier mayor del Congreso con la pieza de tela ilustrada con los leones del Parlamento. Airado, Sebastián, que apenas tiene de qué ocuparse como ministro de Industria y Energía (el alza del crudo, la moratoria nuclear, las energías alternativas, la subida de la electricidad, la caída de las ventas de automóviles y otras nimiedades), le remitió al presidente de la Cámara baja un termómetro, en teoría para que midiera los grados del hemiciclo, a ver si ahorraba unos euros en aire acondicionado, aunque las malas lenguas ya especulan con que la propuesta de Sebastián era que el propio Bono se tomase la temperatura por vía rectal, con perdón.

Ya dijo Guerra en su tiempo (a este paso hasta vamos a echarlo de menos) que el PSOE era el partido de los descamisados (lo de Miguel Boyer y la choza de la Preysler era para despistar) y ahí está Sebastián, el descorbatado, pechera al aire de julio, para reivindicar aquel socialismo fetén. Lo del petróleo, la luz, el biodiésel, los coches y demás chorradas pueden esperar. Lo primero es lo primero. Y el nudo Windsor que se lo haga Bono, con lo que encuentre a mano.