No. Que no cunda el pánico entre los parroquianos. No voy a escribir de mi vuelta, hoy mismo, al curro, tema más propio de la página de sucesos que de este rincón. El regreso con el que titulo no es mi aterrizaje, después de unos días de respiro, en la redacción central de La Voz, así, sin paracaídas, ni airbag, ni nada. He vuelto a currar, sí, pero no voy a dar la turra al personal con el síndrome postvacacional y demás patrañas. Lo importante es otro regreso, el de dos de mis blogueros de cabecera, Nacho de la Fuente y Nacho Mirás, que han vuelto a la carretera (en el caso de Mirás, literalmente, ya que se ha echado a la espalda una caravana y ha puesto rumbo a Aquitania). Será un gustazo afrontar este verano de trabajo a la luz del fluorescente con la perspectiva de leer, aunque sea de reojo, los textos siempre brillantes de La Huella Digital y Rabudo, dos bitácoras de referencia que se habían tomado un pequeño descanso en su itinerario.
Feliz regreso a la blogosfera.
Gracias por tus ánimos. Un abrazo Luis.