Ourense. A Galicia llegan tesoros y a veces ni nos enteramos. Y me da la impresión de que eso es lo que está sucediendo ahora mismo con la magnífica exposición In tempore sueborum. O sea, sobre los suevos.
Está en Ourense, ahora excepcionalmente bien comunicada por tren con Santiago y A Coruña, y ocupa tres locales: un centro cultural, una iglesia y un museo. 250 piezas traídas de media Europa con algunas asombrosas como los calderos o los collares de oro, que demuestran el muy alto nivel que alcanzaron sus artesanos en general y sus orfebres en particular de aquel pueblo que nos invadió.
La concepción de la muestra es muy didáctica, de manera que hasta la chavalada de 8 ó 10 años en adelante va a encontrar algo de su interés. A ello hay que sumar el acierto de tener objetos de recuerdo (lo que se llama merchandising) y un estupendo catálogo de 20 euros que interesará, claro, a los entendidos.
Puestos a buscarle la cruz, en el museo se expone un diaporama francamente mejorable: la letra, pequeña y en amarillo dominante, no sólo ofende la vista sino que no hay quien sea capaz de leer lo que dice. Pero lo peor es un vídeo que pasa en bucle en un rincón muy coqueto y que se centra en las manifestaciones de una (supuesta) experta británica, que de manera agresiva y soez pontifica urbi et orbi.
Si In tempore sueborum, una exposición centrada en nosotros mismos porque todos somos suevos, llega a haber elegido Madrid, ya estábamos todos allá haciendo cola para entrar aunque fuera pagando. Y aquí es gratis.