Red Natura del río Tambre. Casi no me lo creo. Lo he tenido que leer dos veces. No es el día de los Inocentes, no. Resulta que alguien está pensando en filmar una película sobre la mítica batalla del monte Medulio, donde los gallegos acabaron como los numantinos: resistiendo hasta el último hombre -y mujer, al parecer- antes los romanos que traían la civilización (nuestro signo perenne…), suicidándose los que veían que todo estaba perdido… Nunca se identificó el monte Medulio, aunque varias elevaciones llevan nombres muy similares por Galicia adelante, ninguna de ellas al borde del mar.
Pues muy bien. Filmen Andrea Pousa y Bruxo Queiman -que así se llaman los promotores y dueños de una empresa de espectáculos– lo que les venga en gana, faltaría más, y si quieren meter el Medulio en la costa es cosa suya, como si se les ocurre pintar la Gioconda en un mural. Pero no han tenido mejor idea que elegir como escenario el castro excavado de Baroña, fragilísimo, una península en la entrada de la ría de Muros y Noia, e incluso lo promocionan con una foto donde un figurante se planta… ¡encima de un muro! O sea, vulnerando no solo la ley sino también el sentido común del que parece que carecen en la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta porque a estas alturas no han dicho esta boca es mía.
Este periódico ha hecho dos grandes campañas periodísticas para salvar Baroña. Una, yo, cuando en 1979 y 1980 se practicaba motocross por barrios y murallas. Otra, hace tres o cuatro años (no tuve nada que ver) cuando un compañero informó repetidamente y con gran maestría del abandono del yacimiento, que al final fue declarado BIC. ¿Todo para qué? Pues a lo que se ve para que actores, objetos y cámaras degraden todo ese tesoro. Sin contar los vehículos que tendrán que llegar (y mutilar) los alrededores.
Este es un país de locos.