Kobenhavn. Unos buenos amigos nos han invitado a cenar aprovechando una visita rápida a Copenhague (otra invitación, en este caso a dar una conferencia sobre el Camino de Santiago). Nos han llevado a Nyhavn, el puerto viejo, precioso… pero de guiris, así que no me pareció una buena elección, pero a caballo regalado… Tengo que confesar mi gran equivocación. El lugar es precioso (ahí dejo una foto para recordar el nombre), el trato muy afable, con esa familiaridad tan danesa, nada estirada pero al mismo tiempo sin acercarse demasiado. Desde luego, las camareras, encantadoras en todos los sentidos, no han estudiado en la Escuela Superior de Hostelería de Galicia, pero se les disculpa por su buena disposición a atender bien y a seguir aprendiendo.
Y claro, sé que alguien dirá que por el norte de Europa se come mal. Dejo un par de fotos y que cada uno juzgue el emplatado. Desde luego, exquisito.