Barbastro (Huesca). Visita a la bodega Irius. Su presidente es un tipo realmente curioso y dedicado a otros negocios (inmobiliarios y venta de productos de limpieza) además del vino. Se une a la cena, generosa invitación de Destino Pirineos (el hombre no sabía o igual no estaba bien aconsejado, porque se le ocurrió colocarse en la presidencia de la mesa estando allí la directora de Destino Pirineos, la encantadora Rosana).
El edificio que nos alberga es algo incomparable, y la bodega hace abrir la boca. Se trata de uno de esos sitios que sí, hay que conocer. Nada semejante ni por asomo, y todo un ejemplo estético para las -en general- penosas bodegas gallegas, arquitectónicamente hablando.
Cena de notable alto, con Telmo en vena y Martina que no pierde comba y anota todo. Carmen Parada habla con Fernando Franco, y Guillermo se mezcla con los periodistas catalanes y madrileños. Un par de horas en lo que lo más interesante fue catar el Irius que ha sido considerado por un jurado de 60 enólogos el mejor de España.
Bueno, como en todo, hay opiniones, y decir «el mejor» conlleva siempre un plus de riesgo inasumible. En la mesa surgen opiniones, claro, y quizás necesite que se abra y libere aromas más tiempo que el que lo hemos dejado. Buen equilibrio de taninos, paso largo, es posible que necesitado de un poco más de estructura aunque en boca se muestra amplio.
En cualquier caso, una experiencia muy agradable. De lujo, que dirían los adolescentes. Y todo gracias a Rosana.