Red Natura del río Tambre. Bueno, hay que irse poniendo las pilas que se acabó el Carnaval aunque algunos estén empeñados en seguirlo y desvirtuarlo: este pasado fin de semana hubo un montón de actos en Galicia, muchos porque antes llovía y ahora no. Y parece que para el próximo también queda alguno descolgado. Propongo celebrar la Navidad el primer día que haya nieve, y el Apóstol Santiago cuando haga sol necesariamente. Este es un país totalmente despistado, qué se le va a hacer.
Decía que estos días pasados me sirvieron para arreglar, clasificar (¡y tirar!) papeles y más papeles. Y para navegar por internet sin rumbo fijo. Así descubrí en Google Earth Spaldwick, una pequeña localidad en la que jamás estuve y que se publicita a través de una página web con un montaje fotográfico curioso y entrañable. Nada del otro mundo, excepto una tienda -debe de ser la única- en la High Street, en el número 12, y precisamente se llama así, Number Twelve. La pinta es estupenda, limpia, bien organizada y con un conjunto de colores -y supongo que de texturas y colores- que animan a ir. Y eso espero hacer en agosto, cuando tenga que desplazarme a Inglaterra (bendita obligación, que encima no sale de mi bolsillo).
¿Tenemos algo así en Galicia? Aparentemente sí. Y desde luego tenemos una red de unada menos que una treintena de establecimientos infravalorada e infrautilizada que debe ser estimada, conocida, visitada, usada. Me refiero al Comercio Rural Galego, hoy dependiente de ese emblema que tiene que ser de Galicia llamado Galicia Calidade y que solo los «iñorantes e féridos e duros» (letra del himno gallego) no lo entiende, no.