Samso (Dinamarca). Desilusión: Rosendal Natur Cafe, uno de los sitios más bonitos de la isla danesa de Samso, está en obras. ¡Todo patas para arriba! De la siempre ilusionada familia Fabricius sólo andan por allí Christian y Tamsin, el padre y la madre. Los dos hijos menores están en la guardería y los dos mayores, en una acampada organizada por el colegio donde estudian. Así que Christian aprovecha para clavar en el suelo los tablones que Tamsin pinta de blanco brillante. En honor a la estricta verdad, él muestra el mismo aspecto de siempre y ella no sólo ha rejuvenecido sino que aparece con una (estadísticamente) extraña belleza nórdica.

Como resulta obvio, no me recuerdan, pero me identifican por los correos electrónicos enviados. Las obras se sabe cuándo empiezan pero nunca cuándo acaban, dicho que tiene su equivalente -para nada textual- en danés. Mientras, se limitan a seguir derrochando amabilidad y buen humor, y a invitarme a que inspecciones sus propiedadres, que incluyen varias pequeñas lagunas por las que desfilan todos los estudiantes de Samso. Un sitio maravilloso.