Red Natura del río Tambre. No voy a tener más remedio que fallarle a María José Mariño, y bien que me fastidia. Pero es que la presentación de la cosecha de los vinos de Valdeorras la ha puesto a las seis y media de la tarde en Santiago, y a esas horas qué más quisiera uno que andar zascandileando de aquí para allá. Así que va a ser que no. Le debo una.
Estaba haciendo planes para el fin de semana, una vez que acabe en A Coruña el Día de la Ciencia en la calle, que no me pierdo desde hace muchos años y que organiza la Asociación de Amigos de la Casa de las Ciencias. En realidad, sin su presidente, Javier Novelle, la cita se hubiera muerto hace años. Un gran tipo. Pero echo un vistazo al tiempo y también va a ser que no, porque lo que quería era volver al Courel, entre otras cosas porque estoy haciendo una serie de reportajes que pasan por ahí. Claro que va a caer tanta agua que la opción no parece la más adecuada. Y repito: tenía ganas de pisar de nuevo los bungalows, donde siempre se encuentra una sonrisa amable (¿Cómo se llamaba la encargada? Los años no pasan en balde para la memoria…). Busco los bungalows en internet y me sorprendo con una web muy curiosa y elegante. Da gusto verla, y da gusto comprobar cómo, erre que erre, continúan desafiando obstáculos y siguen abiertos para los amigos de la naturaleza y del turismo anti-masas, entre los que me cuento.
No iré de esta. Pero puedo asegurar que me lo he pasado bien esos diez minutos de pinchar aquí y allí en la página. Y soñando con volver.