Porto do Son. Las fotos lo dicen todo: en A Atalaia, donde en otros tiempos hubo un castro y hoy se alza una iglesia y un impresionante mirador, la pintura blanca ha desaparecido por el abandono del Ayuntamiento. La del paso de peatones es, hasta si me apuran, mejor necesaria, porque allí no hay tráfico apenas, y el que hay no tiene otro remedio que ir muy lento. Pero dejar que se evapore la rosa de los vientos no tiene perdón. Y no dirán que es cara la pintura blanca…
Porto do Son: una rosa de los vientos que ya voló
por Cristobal Ramírez | Abr 10, 2021 | General | 0 Comentarios