Red Natura del río Tambre. La Axencia Galega de Turismo contrató tres embarcaciones para llevarnos a una veintena de periodistas desde uno de los puertos de Cambados hasta la isla de Sálvora. Celebraba así, de esa manera tan original, el Día Internacional del Turismo. El calendario marcaba el 27 de septiembre.
Una de esas embarcaciones era una gran motora, encargada de transportar la cena, al cocinero, a los camareros y la infraestructura necesaria. Ahí se refugió a la ida y a la vuelta Merelles, el popular responsable de comunicación de la Axencia. «Tenlle medo á mar», apostillaba con una buena dosis de ironía un colega, sabedor de que las otros dos se iban a mover lo que tocara moverse. También acogió a María Vázquez, jefa de gabinete de la directora de dicha Axencia y que demostró con hechos que la elegancia en el vestir no está reñida con patear una isla desierta.
El Chasula es un pesquero de 1959 lógicamente rehabilitado por completo para salidas al mar de carácter didáctico. En realidad se aprende mucho a bordo porque las explicaciones son realmente buenas y fundamentadas, y se acompañan de la necesaria práctica. Ahí fui en la ida, con Carolina Carballedo al frente del grupo, mujer que demostró a bordo una gran paciencia sin perder la sonrisa. Y oportunidades para perderla no le faltaron.
El tercer barco era un dos palos de la empresa Bluscus, dedicada al turismo marinero. En ese regresé, ciertamente navegando con mucho cuidado aunque tranquilo porque, en proa donde estuve siempre, el bauprés tenía abajo una red. (Foto superior).
Una experiencia navegar a Sálvora. No resulta barata, para eso están los catamaranes de O Grove con paseos de una hora mínimo. Pero esta es, en verdad, inolvidable.