Red Natura del río Tambre. Yacente de una extemporánea faringitis de caballo, aprovecho para hacer cosas que no me exijan mucho esfuerzo mental, que no estoy para esos trotes. Así que (cariñosamente) espío a mi amiga Nani Arenas, viajera empedernida, a ver qué anda haciendo por Facebook. Y me encuentro con que ha colgado un vídeo (haz click aquí para verlo) de otra gente, Chavetas, que se dedican al mundo del viaje y que, por lo que veo, tienen un buen montón de vídeos de buena calidad. No suelen interesarme los vídeos en general, están muy editados, la manipulación de imágenes es siempre evidente y salen las cosas bonitas y jamás muestran las feas. Pero como digo, hoy no es día para otras hazañas.
Estas imágenes que me sugiere Nani me traen recuerdos de los múltiples viajes que hice por Cantabria, todos ellos gratos. Buena tierra, siempre fui muy bien tratado, grandes tesoros naturales e históricos… El vídeo en cuestión habla del Camino Lebaniego. O sea, el que desde la costa conduce al monasterio de Santo Toribio de Liébana, está muy bien hecho… pero no muestra el camino, la ruta, la traza. Y no la muestra porque no la hay. Lo que hay es carretera.
En su día tuvieron los promotores de esta ruta religiosa contactaron conmigo, ya que yo andaba y ando metido en lo del Camino de Santiago. No pude ir, aunque sí intercambiamos epístolas. Por supuesto, me parece de maravilla que cada uno potencie lo que tiene, y que además busque un aprovechamiento económico de sus recursos. Y el trasiego de gente -hoy llamado turismo- siempre implicó trasiego de dinero.
Así que algo así dije en Facebook. Me contestaron amables los de Chavetas, a quienes no conozco de nada, reclamando el camino también para el turistas. Sigo sin tener nada que oponer: por los caminos va quien quiere ir y a nadie hay que exigir que muestre credencial de cristiano viejo. Pero creo, hoy como ayer, que no es buena promoción hablar de camino cuando lo que hay es asfalto. Pasa igual en Galicia con el llamado Camino Portugués y, sobre todo, con ese engendro oficial que es el Camino Portugués por la Costa. Este último, a día de hoy, no tiene ni un metro -repito: ni un metro- de tierra. Es la carretera. Algo semejante pasa en Cantabria con el Lebaniego.
Nadie me ha dado vela en este entierro, pero yo recomendaría al gobierno cántabro que busque otra denominación. O que construya un camino, un sendero, aunque sea al lado de la carretera. Porque esa tierra es preciosa y está mucho mejor conservada que buena parte de Galicia.
Postdata: Nani, los de Chavetas y yo hemos quedado en continuar esta conversación en Potes tomando un buen chuletón.