Red Natura del río Tambre. Ayer por la tarde acudí a la Gala da Cultura del Ayuntamiento coruñés de Oroso, donde resido desde hace una quincena de años. Se trata de premiar con el reconocimiento vecinal el trabajo por lo general muy altruista de personas que entregaron su vida a elevar el nivel cultural. Siempre emotivo. Este año se añadió la entrega de los premios correspondientes al II Certamen Internacional de Investigación del Camino Inglés y los de Escríbele una carta a Margery Kempe (la única peregrina que pasó por esa ruta jacobea durante el siglo XV, al menos de que se tenga noticia). Un centenar de personas se agolparon en el salón de actos, incluyendo a padres y abuelos de un montón de alumnos de uno de los colegios locales.
Actos de ese estilo culminan un trabajo previo. También esconden. Porque en los discursos, dispersos, no es posible hacer un análisis obligado. Y la realidad es que a ese certamen internacional se presentaron investigadores de Lancaster, Dublín, California, Dinamarca, Alicante, Valencia… es decir, en dos años Oroso, con menos de 8.000 habitantes, está presente en medio planeta.
Todo un ejemplo, vaya.